Jon Kortajarena, Nieves Álvarez y Ester Expósito: embajadores de lujo en Roma

Jon Kortajarena protagoniza desde hace años campañas de Bvlgari, aunque no fue hasta 2017 cuando fue elegido embajador. Desde entonces, es difícil no encontrarle en las exclusivas fiestas que organizan, codeándose y compartiendo momentos con grandes amigos de la industria como Naomi Campbell o Tina Kunakei. También estuvieron socialités como Poppy Delevingne o aristócratas como Lady Kitty Spencer, que no dudaron en fotografiarse junto a él. Y es que de todos es conocido que el modelo y actor bilbaíno siempre es uno de los más queridos y solicitados, sea cual sea el evento al que asiste.

En fiestas de etiqueta como estas, el dresscode exige esmoquin y Kortajarena lo defendió restándole importancia sin pajarita, pero con un impecable diseño de Tom Ford y una camisa blanca de Dolce & Gabbana. Los zapatos, unos Oxford clásicos, los firmaba Louboutin, y no dudó en quitárselos durante la cena de gala, bajo una mesa de cristal, con cubertería dorada y vajilla de filigrana. «Sometimes you need a break» («a veces necesitas un respiro»), bromeaba a través de sus redes sociales con una imagen en la que se le veía en calcetines sobre el imponente suelo de mármol del Palazzo. Y como colofón, un impresionante reloj de diamantes de la casa anfitriona.

Este look fue planeado al detalle por el estilista Víctor Blanco, que también se encargó de vestir a Nieves Álvarez. El caso de la top española es algo fuera de lo común, ya que, aunque parezca casi imposible, consigue superarse en cada una de sus apariciones con un estilismo aún más espectacular que el anterior, y al vestidazo 'vintage' de Alberta Ferretti que llevó al Festival de Venecia nos remitimos. Esta vez no rindió homenaje a la moda italiana y prefirió enfundarse en un diseño del libanés Elie Saab, cuya firma homónima es una de sus imprescindibles. Se trata de una imponente pieza Alta Costura de la colección primavera 2020 que se presentó en París. De color turquesa, acabado satinado y complejos detalles asimétricos fue, sin duda, uno de los más bonitos vistos esa noche en la esperada cita romana.

Es un diseño compuesto por un vestido mini, drapeado y de manga larga. Tiene un favorecedor escote barco con un detalle abullonado sobre el hombro derecho. Para potenciar ese efecto asimétrico, se le ha añadido una sobrefalda desmontable rematada en cola, que parte de un cinturón con hebilla-joya y cae sobre el lado izquierdo. Un sueño de vestido de princesa digno de un palacio italiano que remató con unas sandalias de su amigo Edgardo Ossorio, de Aquazzura, con brillantes y lazos en el empeine, y un no menos impresionante conjunto de joyas de la firma de la que es embajadora. Estaba compuesto por una gargantilla de diamantes y un brazalete a juego con la forma de la icónica serpiente de Bvlgari.

Ester Expósito completaba el trío de ases. La jovencísima actriz no solo triunfa delante de las cámaras, sino que las firmas de moda y belleza se la rifan. Como decimos, es embajadora de Bvlgari, pero también acaba de convertirse en la nueva imagen de YSL Beauty. Además, es una pieza imprescindible del panorama social internacional. Tras su presentación en el Festival de Venecia y el look del que todo el mundo habló durante días, repite la jugada con Víctor Blanco con el más difícil todavía. Y es que defender un Versace y salir airosa no es algo fácil, y sino que se lo digan a Naomi Campbell, musa de la firma y una de las mujeres que mejor supieron y saben llevar las creaciones de Gianni y Donatella.

De inspiración años 90, sexy y elegante, el vestido partía de un corsé de cuero del que nacía un escote halter semitransparente. En la falda, una infinita abertura con 'efecto Angelina' que dejaba intuir un reverso dorado y fucsia, rompiendo así con el 'total black' e imprimiendo el inconfundible sello de identidad de Versace. Y no fue solo este vestido el que recordó a la diosa de ébano cuando desfilaba para la firma italiana hace tres décadas: su peinado, obra del estilista Jesús de Paula, también rendía homenaje a los años dorados de la moda y las supermodelos. «Esta vez la inspiración ha sido clave, los 90 me gustan mucho y así lo imaginé para Ester, como Naomi Campbell en el desfile Atelier Versace de 1991», aseguraba el peluquero. Y es innegable que esa melena larga, con raya en medio y absolutamente lisa, nos transportó por un momento a aquella memorable pasarela. La actriz se puso el broche de oro con unas sandalias lace-up customizadas , un conjunto de brazaletes Serpenti y pendientes de Bvlgari.