Gucci conquista Milán con un desfile fuera de lo común

La Semana de la Moda de Milán ya ha arrancado y lo ha hecho con uno de los desfiles más esperados, el de Gucci. Una colección de Otoño-Invierno que, como es habitual en la firma, ha tenido una curiosa puesta de escena para esta nueva colección. En esta ocasión la pasarela pasó a convertirse en un backstage iluminado con luces de neón, modelos convertidas en maniquíes y todo dentro de una plataforma giratoria, dividida en vitrinas.

En el interior de esta plataforma podía verse a las modelos maquillándose y vistiendo los diseños de Gucci, hasta presentarse completamente ataviadas frente al público y como si de un escaparate de tratara.

Una colección que también ha estado impregnada por otras artes como la música, con un metrónomo acompasando la presentación o el bolero de Ravel, o con la voz de Federico Fellini.

El director creativo de la firma, Alessandro Michele, ha querido de este modo desvelar el enorme trabajo creativo de la moda, pues una vez que las modelos abandonaban la plataforma giratoria, ocupaban su lugar los asistentes, peluqueros y maquilladores.

En cuanto a los diseños que se vieron en el desfile, destacó una rompedora mezcla de estilos y de looks cargados de elegancia, pero siempre con ese toque barroco que caracteriza a Alessandro Michele.

Estilos recargados y repletos de color, con toda clase de combinaciones arriesgadas, mezcla de tejidos, estampados de cuadros tartán con encajes, vestidos de terciopelo, cuellos exagerados, blusas de satén, pantalones de pana más allá del estilo oversize, vaqueros con roturas, chaquetas bordadas, vestidos victorianos con volantes, arneses o sombreros de copa o ala ancha.

Toda una mezcla de estilos con la que Gucci ha vuelto a brillar.