Cambio de armario: pasos para que sea entretenido y con un resultado perfecto

El tiempo loco que se achaca a la primavera tiene fiel reflejo en Asturias. A pesar de que el buen tiempo no acaba de instalarse en la región, las temperaturas ya invitan a cambiar la lana por tejidos más ligeros. De la mano viene el a veces tedioso cambio de armario. Un proceso casi siempre necesario sobre todo si hay poco espacio en casa, aunque dé en ocasiones pereza. Pues bien, para combatirlo y hacer de esa tarea algo entretenido, existen una serie de pasos a seguir, no solo para entretenerse sino para que ese tiempo se haga más corto:

El estado de ánimo con el que te enfrentes a la jornada de cambio de armario puede marcar la diferencia entre que te lleve más o menos tiempo o, incluso, en que puedas llegar a disfrutarlo o todo lo contrario. Puedes poner música, escuchar un podcast o un audiolibro mientras lo haces. Algo que te anime y te haga sentir bien. Incluso, puedes poner algún difusor de aceite esencial para crear un entorno que haga que la labor sea más apetecible.

Es un proceso que lleva tiempo, por lo tanto debes buscar una jornada en la que puedas contar, al menos, con la mitad del día, porque un cambio de armario puede durar entre 3 y 5 horas.

Saca toda la ropa que tienes en perchas y la que está en los cajones. También la que tienes guardada en las cajas para sacar. Vestidos, pantalones, camisetas, jerseys… colócala toda en un montón. Esto te sirve por un lado, como dice la mismísima Marie Kondo, para ver la cantidad de prendas que tienes y, por otro, para revisar una por una las que te quieres quedar y las que no.

Aprovecha que está vacío para hacer una limpieza a fondo de todos sus recovecos. Puedes pasar incluso una aspiradora por las esquinas para asegurarte de quitar bien el polvo.

Ha llegado el momento de coger prenda por prenda y decidir que se va a hacer con ella. Las que valgan para esa temporada apartalas para poder meterlas luego en el armario, lo ideal es que las vayas amontonando por categorías; las que no sean apropiadas para esta temporada guárdalas en la caja donde irá todo lo de invierno; la ropa que no te hayas puesto, que ya no te sirva, que ya no te guste o sencillamente, que no te haga sentir bien pero esté en buen estado, métela en una bolsa para donar; finalmente, la ropa que esté muy gastada y no se pueda aprovechar, tirala.

Ha llegado el momento de meter todo en su sitio. Piensa dónde vas a guardar cada categoría, en que parte del armario colgaras abrigos o si los pantalones los pondrás en baldas.

Está claro el orden en el que se debe realizar, pero hay algunas cosas que se pueden tener en cuenta para que el resultado sea perfecto.

- Colocar la ropa agrupada por el uso que se le vaya a dar situando más a mano la que más uso se le vaya a dar y, menos accesible la que se utilice menos o las cajas con los artículos que no son de temporada.

- Utiliza cajas para guardar diferentes tipos de prendas, tanto en cajones para hacer separaciones, como en baldas. Pueden ser muy útiles y que todo esté más ordenado.

- Intenta que todo se vea de un primer vistazo.

- Guarda la ropa de la próxima temporada en cajas, preferiblemente de tela y marca el contenido que tienen. Puedes incluir también alguna bolsa de olor, lo agradecerás cuando vayas a realizar el próximo cambio.

- Los abrigos o jerséis muy gordos, es decir, lo que más espacio ocupe, se puede guardar en bolsas para hacer el vacío y que ocupen mucho menos.

- El doblado vertical. El famoso doblado que puso de moda Marie Kondo hace que la ropa quede más ordenada, entre más en menos espacio y con un solo vistazo se puedan ver todas las prendas.

- Las perchas todas iguales. La estética es muy importante, es algo que agradecerás, por eso, optar por tener todas las perchas iguales es un plus. Lo ideal es que ocupen poco espacio. Una buena opción son las finas de terciopelo para evitar que se patinen las prendas.

Estos son solo algunos consejos para lograr tener un armario de revista y convertir el temido cambio de vestidor en una oportunidad para renovarlo.

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