«La ropa sin alma no me interesa»

La colección que presentará se llama 'Puro teatro'. Es muy de su estilo, pero novedosa, porque quiere debutar fuerte. Y eso, «haciendo algo más creativo y conceptual, que contase mi historia y cómo me siento», apunta el autor, cuya influencia debe a las clases de baile a las que le apuntó su madre de niño. «Bailaba en la feria del pueblo y en las fiestas. Era algo que me encantaba, y también me gustaba crear los personajes, con toda esa creatividad que tienen detrás», recuerda quien más tarde se aficionó al ballet clásico y al flamenco. La danza es algo que se quedó en su subconsciente y ahora toma como referencia para trabajar.

Las tradiciones gustan a este joven formado en la Escuela Superior de Moda y Diseño Goymar (La Coruña), Central Saint Martins -donde se graduó con la colección 'Palmira', en homenaje a su abuela- y en la casa Lanvin, donde aprendió que «trabajar para marca grande no es tan creativo como parece». Pero Obegero no quiere caer en clichés: «Quiero centrarme en la esencia de esas costumbres y proyectarlas con un lenguaje contemporáneo e internacional para que se entiendan». Vamos, barrer para casa para que se conozcan la belleza de España, Asturias y, en concreto, su Tapia natal. «Volver y abrir mi 'atelier' ahí sería maravilloso. Poder disfrutar de la familia, del mar y de gente honesta. París es una ciudad muy dura». Lo dice quien soñaba con vivir en la ciudad y ahora, que lleva siete años fuera, añora la belleza de lo que dejó. Aun con todo, ve complicado regresar ahora.

Arturo Obegero nació en una familia surfera en un pueblo pesquero, por lo que creció en el respeto a la naturaleza. Su desfile del 23 tendrá un mensaje al respecto. «Tengo muy claro que no me interesa hacer 8.000 colecciones al año con ropa sin alma, prendas que solo son para colgar en un perchero. Quiero generar sentimientos con mi moda, no solo que digan que es o no bonita», explica. Por eso lo que hace en su 'atelier' es muy limitado. Rescata retales de tela de marcas como Givenchy o Louis Vuitton. «Quizá de un rollo solo puedo sacar diez camisas. Eso crea una exclusividad y permite máxima calidad a precios asequibles», apunta.

El 2021 ha empezado tan movido para el diseñador asturiano como lo fue 2020, cuando estrenó una marca propia la semana después de decretarse el confinamiento obligado. La decisión estaba clara: «Soy ambicioso y tenía siempre la voz interior recomendándome que lo hiciera, que no esperara a que pasaran los años para arrepentirme por no haberlo intentado al menos». Por lo pronto, estrellas internacionales ya se han interesado por su trabajo. Carla Bruni y Pamela Anderson lucieron su ropa en sesiones fotográficas y ya se la han demandado cantantes como Céline Dion, Solange Knowles, Christine and the Queens y Tamino.