A. VILLACORTA
OVIEDO.
Miércoles, 26 de enero 2022, 02:14
Con tan solo 28 años («pon 27», bromea), el diseñador tapiego Arturo Obegero acaba de codearse con las grandes casas de alta costura en la Semana de la Moda de París, donde reside y crea. Al frente de su propia firma tras pasar por Lanvin, presentó una colección inspirada en la música clásica este hombre formado en Galicia y en la prestigiosa escuela londinense Saint Martins, de donde también salió su admirado Alexander McQueen, uno de sus principales referentes junto con Balenciaga y su abuela Palmira, «La Faraona de la familia, mítica». Carla Bruni o Pamela Anderson han lucido sus diseños.
Publicidad
-¿Qué siente tras la gran acogida que ha tenido su desfile?
-Estoy muy contento con mi equipazo y... ¡muerto! (Risas).
-¿Cuánto hay de suerte y cuánto de talento en su éxito?
-Alguien me dijo el otro día: «Tienes una flor en el culo». Pero la verdad es que no hago otra cosa que trabajar. Trabajo, trabajo y trabajo. Me levanto a las seis y media de la mañana y voy directamente a la máquina de coser. La gente piensa que estoy en París en un gran 'atelier' y no: estoy aquí, en casa. Tengo un ayudante, cinco metros cuadrados y una máquina de coser del Lidl. Es lo que hay.
-¿La afición le viene de casa?
-Qué va. Mi madre es enfermera, mi hermano surfero...
-¿Cómo fue decirles que quería dedicarse a la moda?
-El problema es que la gente tiene una imagen preconcebida con todo el tema de los influencers, la parafernalia y el postureo. Pero, cuando vieron que yo de verdad trabajaba y que iba a saco, dijeron: «Adelante». Y ahí están, apoyándome al 100%.
-Le han llamado «el heredero de Balenciaga». Casi nada.
-Por un lado, me flipa. Me encanta, porque es uno de mis máximos referentes. Pero, por otro lado, yo quiero ser yo, Arturo, y quiero crear algo único. Aunque, si me llaman algún día para ser director creativo de Balenciaga, voy de cabeza (Ríe).
-En esta última colección, hay mucho de su sobriedad y también mucho de usted: la influencia del toreo, con esos pantalones de cintura altísima, y del flamenco, con sus camisas de volantes.
-Sí. Lo que más me gusta de Balenciaga es que se fijaba en España como país. Él era capaz de inspirarse en todo esto súper opulento que tiene el sur y luego mezclarlo con la elegancia y la sobriedad del norte.
Publicidad
-Hablando de nortes, ¿cómo vestimos en Asturias?
-Algo que me marcó mucho de pequeño es que yo, de Tapia y de familia surfera, estaba todo el día en bañador, en chanclas, con los neoprenos... Y, de repente, cuando íbamos a Oviedo, nos teníamos que vestir, convertirnos en personajes... Era decir «pa' Oviedo» y poner el pantalón y el pelo 'repeinao'. Eso me marcó. Ese tipo de moda más elegante, más sofisticada, que luego yo llevo al extremo.
-De hecho, sus creaciones tienen un montón de referencias asturianas y su perfume se llama 'Azabache'.
-Al final, el lugar donde creciste es lo que te hace ser tú. Y tampoco sigo mucho las tendencias. Yo quiero crear algo que sea atemporal, que sea moderno, pero con una belleza que perdure. Es a lo que aspiro. A que dentro de 20, 30 o 40 años siga siendo bonito.
Publicidad
-¿Y usted cómo viste?
-Con mis propios diseños, con ropa de mi abuelo y vintage, de segunda o tercera mano. Incluso tengo cosas de mi madre. Nunca compro ropa.
-Crea muchas prendas sin género definido...
-La mayoría. No sé en qué momento acordamos que el hombre tenía que vestir así y la mujer asá y nos limitamos y nos juzgamos por eso unos a otros.
-Sé que ultima varias colaboraciones. ¿Puede desvelarlas?
Publicidad
-Todavía no. Pero una muy bonita que tuvimos para este desfile fue con Rialto, porque venían editores y estilistas de todo el mundo, gente bastante guay, y yo quería que tuvieran un recuerdo de Asturias, así que me enviaron bolsitas de moscovitas y se las dimos. ¡La gente flipó con las moscovitas! (Ríe).
-¿Cómo ve su su futuro?
-No me interesa el poder ni ser multimillonario, porque llega un momento en el que ¿para qué quieres comprar más? Soy muy austero. En lo único que gasto es en seguir creando mis colecciones. Y lo que quiero es seguir haciendo esto más cómodamente. Me encantaría tener mi propio edificio, con mi 'atelier', mi tienda... No sufrir como sufro ahora por el dinero.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.