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Kiko Rivera e Irene Rosales podrían estar «separados», a pesar de seguir viviendo juntos. Así se desprende del testimonio del paparazzi Pablo González, que este jueves aseguró en 'Sálvame' que «decir que están bien es decir mucho, hace tiempo que no están». Unas declaraciones que llegan apenas una semana después de que el hijo de Isabel Pantoja hiciera una declaración pública a su todavía mujer, en la que afirmaba que «sin duda una de las mejores cosas que me pasó en la vida fue conocerte».
Irene Rosales respondió a la publicación de Instagram con un contundente mensaje, «te amo por encima de todo», que, a juzgar por las declaraciones de Pablo González, podría deberse solamente a mantener su imagen pública como matrimonio feliz. De la crisis de la pareja, que según este estaría atravesando «su peor momento», adelanta que «entre ellos solo hay riñas, broncas y bonitas caras ante la galería», provocadas en buena parte por las deslealtades de Kiko Rivera.
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Y es que según adelantó Pablo González, la separación de la pareja sería una consecuencia de que Kiko Rivera habría pedido un préstamo de 30.000 euros a espaldas de su mujer «para pagar pufos de los que no quiere que se entere Irene». Ya que el paparazzi habló de que Irene Rosales es quien gestiona el dinero familiar, porque no quiere que su marido vuelva a caer en malos hábitos. Incluso aseguró que está tratando de proteger el patrimonio de Ana y Carlota: «Está pretendiendo custodiar de alguna manera que sus hijas no pierdan la herencia. Han dado algunos pasos en el notario».
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