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A la puerta del Teatro Campoamor, de camino a la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de 2001. :: JESÚS DÍAZ

La huella de «simpatía» de Pilar de Borbón en Asturias

En sus muchas visitas a Asturias Pilar de Borbón se dio a conocer como «una persona abierta y afable»

AIDA COLLADO

Jueves, 9 de enero 2020, 03:30

No es de extrañar que en la búsqueda de la palabra adecuada para definir a Pilar de Borbón, tal y como se mostró en sus muchas visitas a Asturias, pronto surja el adjetivo más veces asociado a su hermano, el Rey emérito Juan ... Carlos . «Era una mujer muy campechana, a la que le gustaba mucho hablar, conversar con la gente». Lo dice el alma mater y hasta ahora jefe de pista del Hípico de Gijón, Avelino Rodríguez Miravalles, quien coincidió con ella en Las Mestas y, también, en otros muchos circuitos ecuestres. Ambos compartieron cenas, refrigerios y numerosos momentos en los que la infanta dio rienda suelta a su «carácter abierto y afable».

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Siempre contenta de visitar el Principado, doña Pilar se paseó por Gijón cuando aún era candidata a la presidencia de la Federación Ecuestre Internacional, cargo que ostentó desde 1994 hasta 2006. Tampoco faltó a la cita cuando se celebró en Gijón el Campeonato de Europa de Salto de Obstáculos Absoluto, en 1993.

Fue también el deporte lo que la trajo en otras ocasiones al Principado. A Oviedo llegó como miembro del jurado del Premio Príncipe de esta categoría. El entonces director, hoy emérito, de la Fundación Princesa, Graciano García, la recuerda como «una persona muy humilde». De hecho, no olvida sus discretas palabras: «Decía que de deporte sabía poco y que ella venía a escuchar y aprender».

García destaca la facilidad de la infanta, que después siguió asistiendo a las ceremonias de entrega, para conquistar a sus interlocutores. «Se ganaba con su forma de ser la simpatía de la gente que la rodeaba», rememora.

Otro de los vínculos que unían a doña Pilar con Asturias era su fiel entrega a las actividades de Nuevo Futuro, de cuyo rastrillo era estandarte. Cuando la fundadora de esta ONG dedicada desde hace medio siglo a la atención a la infancia y a la adolescencia, Carmen Herrero Garralda, recogió en 2009 el reconocimiento a 'Ovetense del año', a su mesa estaba sentada, sonriente y orgullosa, la infanta.

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De amarillo vistió de madrina en la boda de su hijo, Beltrán Gómez-Acebo, con la modelo asturgallega Laura Ponte. Ella y sus dos hijos asistieron ayer al tanatorio para despedir a la que fuese su exsuegra y abuela.

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