Enrique Ponce reconoce estar ilusionado con Ana Soria

La noticia de la ruptura del matrimonio de Enrique Ponce (48 años) y Paloma Cuevas (47) ha generado un huracán mediático que ha obligado a la pareja a emitir un comunicado pidiendo «máximo respeto» para ellos, sus familias y, sobre todo, para las dos hijas que tienen en común. Tras la emisión de dicho texto dirigido a los medios de comunicación, ella ha compartido un mensaje en sus redes sociales y, el torero, ha decidido entrar en directo en «Sálvame» para desmentir todas las informaciones falsas a las que el espacio televisivo ha dado cabida en los últimos días.

Lo ha hecho de una manera educada y tranquila, a pesar de reconocer el mal trago que está suponiendo para ellos este trance. En conversación con Kiko Hernández, y de manera pública, el torero ha insistido en la necesidad de finalizar las habladurías. «No se puede dar paso a cualquier persona que diga que te conoce», decía enfadado, en referencia a una mujer que dice haber trabajado para ellos durante más de 20 años y que ha acudido a plató para hablar sobre su matrimonio. Y añadía: «No nos merecemos todo esto, Paloma y yo nos llevamos bien y no tenemos ningún problema y todo esto que estáis sacando y estáis inventando hace daño a todos».

Lo que ha empezado como una llamada desesperada al programa que lleva desde el pasado miércoles dando cobertura a numerosas informaciones, sostiene, «falsas», sobre la ruptura, ha terminado por confirmar, en cierto modo, su relación con Ana Soria, la joven de 22 años con la que se le ha relacionado también estos días. Para ella ha rogado, una vez más, respeto: «Pedimos respeto por mi familia, por mis hijos, por la familia de Ana y por ella. No nos merecemos esto. Es una familia muy discreta, ella es muy discreta y no han ido buscando nada de esto».

Cuando el colaborador se ha interesado por la relación que mantienen, el diestro ha evitado pronunciarse, aunque sí aclaraba que no están saliendo desde hace año y medio porque se conocen desde «hace unos meses». Antes de despedirse, Hernández insistía: «¿Estás ilusionado?», ante lo que Ponce no podía evitar responder de forma afirmativa: «Sí, sí, claro». Eso sí, cuando le han preguntado si la joven acudirá a verle torear, ha decidido poner fin a la conversación.