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Leticia Sabater está de celebración. El pasado domingo cumplió 54 años y se encuentra en un momento determinante a nivel profesional: acaba de regresar a la televisión para participar junto a Yola Berrocal en el programa de Telecinco 'La Casa Fuerte'. Además, hace ... tan solo unos días ha estrenado su nuevo tema 'Vete pal carajo, tra tra'. Pero no siempre ha sido así. La infancia de Leticia Sabater ha estado marcada por el bullying y la falta de confianza de amigos y familiares.
La televisiva reveló hace unos años que su infancia fue uno de los momentos más difíciles de su vida, comenzando por su nacimiento. «Nací prácticamente muerta, tuve una deshidratación de píloro al nacer. Los médicos ya me daban por muerta». Según sus propias palabras, los profesionales dijeron que era un «milagro» que hubiera salido de esa: «El doctor dijo que había sido un esfuerzo de mi madre que durante un par de años, día tras días, tardaba diez horas en darme las papillas. Le debo la vida».
Conforme fue creciendo, se enfrentó a la dura realidad de aquellas personas que la juzgaban constantemente por su físico y que daban por hecho que nunca llegaría a ser famosa, que es a lo que la que fuera presentadora televisiva quería: «Yo me creía guapísima y me portaba como si fuera Claudia Schiffer y entonces se reía todo el mundo por la calle (...) En mi casa era un cachondeo bestial que yo dijera que quería ser famosa con esa cara». Y reconocía: «Nací muy fea, hasta mi abuelo dijo: 'esta niña no tiene solución'».
El peor momento de su infancia lo vivió en el colegio, donde se enfrentó a las burlas de los niños y las niñas por llevar parche en el ojo y tener las piernas torcidas, tal y como ella misma explicó. «Lloraba todos los días» cuando la llamaban «gafotas», «cuatro ojos» o «china».
De aquella traumática experiencia que recoge ABC, sin embargo, Leticia Sabater dice haber sacado una importante lección: «Que siempre seas tú y que nunca hagas caso a nadie que te quiere humillar, ni insultar, ni disminuir y te diga que no llegarás. Con esfuerzo, lucha, sudor y muchas lágrimas y un poco de talento, llegarás a donde quieras llegar».
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