Cristina Pedroche estrena el 2021 con un minivestido de 16.300 cristales que homenajeaba a la mascarilla

Pedroche apareció en pantalla de Antena 3 junto a Alberto Chicote con una capa que más parecía un edredón, algo que no desaprovecharon los usuarios de las redes sociales. No obstante, era una creación de 100 metros de tafeta de seda. Pero justo antes de las Campanadas, se la quitó y mostró un vestido que dejaba mucho al descubierto y que, según dijo, era «un homenaje a las mascarillas». De hecho, fue elaborado partiendo de un patrón con este contorno.

También, el fruto de un intenso trabajo, ya que la prenda llevaba cosidos a mano más de 16.300 cristales cuya realización requirió 350 horas de trabajo. Un conjunto, dijo Pedroche, para dar un poco de luz en esos tiempos difíciles.

El bordado de alta costura es obra de Johan Luc Katt, un famoso artesano que trabajó codo con codo con el mismo Pedro del Hierro en los años noventa. Un proceso laborioso que busca recuperar la artesanía del bordado y preservar esta legendaria tradición.

Como ya hizo otros años, Cristina Pedroche puso emoción a cómo sería su vestido. Si el pasado año, la colaboradora de Zapeando se desnudó frente a cientos de personas en la Puerta del Sol para promocionar su participación en las Campanadas unos días antes, en esta ocasión compartió un vídeo en sus redes sociales mostrando el miedo a quedarse sola este año. «Mucho miedo. Incertidumbre. Inseguridad. Nervios. Esto es lo que siento a 5 días de las Campanadas. Porque este año será la primera vez en la historia que no habrá nadie en la Puerta del Sol. Vosotros me entendéis, ¿no?», dice en el video. Eso sí, ni una palabra de su vestido, algo que se ha convertido en una tradición con el paso de los años. 

Pedroche confesó, desde el balcón de una semidesierta Puerta del Sol, que es el año en el que «más emocionada» estaba. La madrileña aprovechó los instantes previos a la medianoche para pronunciar unas palabras de recuerdo y aliento a los afectados por la covid-19 en nuestro país. Y también quiso recordar la importancia de cuidar y disfrutar de nuestros seres queridos. «Si os tocó como a mí, sabéis cómo es el dolor de no poder abrazar a tu abuela por última vez sabiendo que se va en soledad. Sola y rodeada de ese silencio cruel que ha recorrido residencias y hospitales, que nos heló la sangre y que nos dejó mudas. La generación de nuestros mayores, quienes lucharon por dejarnos un presente mejor, se fue en un silencio doloroso que también ha dejado miles y miles de sillas vacías en nuestras mesas en Navidad», expuso en el discurso más largo y emotivo que ha pronunciado en los últimos años. Y añadió que, a pesar del horror y la oscuridad, le pide al 2021 que «no olvidemos toda la luz y el amor que hemos visto».