Cristina Mitre: «El cáncer no se vence, no es ninguna batalla»
Cristina Mitre Periodista y 'mujer que corre' ·
Periodista, escritora, maratoniana y una auténtica estrella de internet, Cristina tiene claro que lo suyo es contar historias. Y vivirlasSecciones
Servicios
Destacamos
Cristina Mitre Periodista y 'mujer que corre' ·
Periodista, escritora, maratoniana y una auténtica estrella de internet, Cristina tiene claro que lo suyo es contar historias. Y vivirlasMARÍA DE ÁLVARO
Sábado, 8 de agosto 2020, 02:04
Quería ser corresponsal de guerra y tal vez por eso conserva algo de aquel anhelo: no hay batalla que dé por perdida ni trinchera en la que no se meta. Cristina Mitre (Gijón, 1977), periodista primero y deportista, después, se ha reinventado tantas ... veces como ha sido necesario. Hoy vive en Dubái y, tras haber trabajado y hasta dirigido revistas de eso que se ha dado en llamar 'estilo de vida', pilota su propio proyecto de comunicación, centrado en la salud y la belleza, que para eso se crió entre cremas en el instituto de belleza de su madre y sus tías, donde aprendió, dice, a disfrutar del trabajo duro. Además, es creadora y alma de 'Mujeres que corren', el proyecto para fomentar que el 'running' no sea solo cosa de hombres, un movimiento social y solidario que la ha llevado a trotar por el mundo.
-Se apunta usted a un bombardeo. ¿Nunca dice que no?
-Me cuesta horrores, la verdad. Me encantan los retos. Lo veo todo como una oportunidad.
-Es difícil imaginarla confinada. ¿Cómo lo ha vivido?
-Ha sido complicado: la primera vez en mi vida que me he sentido lejos de casa. La sensación de no poder coger un avión, de saber que si pasaba algo no iba a estar... Gestionar eso ha sido difícil.
-Porque al sofá no le habrá cogido gusto...
-¡Qué va! ¡No me dio tiempo! Ni vi Netflix, ni hice pan... Estuve tres semanas con un 'podcast' diario y la verdad es que no paré de trabajar. Adaptándome, claro.
-¿Nada la para?
-La enfermedad, lo único. Pero a veces tener tanta energía es tu peor enemigo...
-A lo mejor por eso echó a correr. Tiene grabada la fecha: el 4 de septiembre de 2009. ¿Por qué?
-Uy, porque pensé que me iba a morir. Me pareció tan intenso... Al terminar aquel día me preguntaba si lograría correr algún día.
-Está claro que sí. ¿Cómo pasó de eso a 'Mujeres que corren'?
-Pues no sé (Risas). Fue todo un proceso natural; empecé a compartirlo en redes y de aquello aún no se hacían quedadas específicas de mujeres. Así se empezó a crear una comunidad virtual.
-Hoy tiene hasta una beca y colabora con Unoentrecienmil, contra la leucemia infantil. ¿Qué le han enseñado esos niños?
-¡Todo! Ver el cáncer infantil tan de cerca es duro, durísimo. Algunos de los niños con los que empezamos ya no están, y se me rompe el corazón, pero ellos hacen que merezca la pena. Estamos tratando de construir gimnasios en hospitales. Aportan grandes beneficios físicos, pero eso no es lo más importante. Lo mejor es escucharles decir que ese rato que están haciendo ejercicio es un rato en el que no se sienten enfermos.
-No es de oídas cuando habla de cáncer. Lo sufrió con 25 años. ¿Aprendió a vivir con miedo o le dio una patada?
-Tardé un poco en respirar tranquila, ahora por fin puedo hacerlo. Pero que conste que no me cambió la vida. Sí me hizo ser más consciente de que todo puede cambiar en un instante.
-¿Qué le parece que se llame 'guerreros' a los enfermos y se les inste a sonreír permanentemente, a ser optimistas sí o sí?
-El positivismo obligado hace muchísimo daño. A veces no quieres ser valiente. Solo quieres llorar, y está bien hacerlo. A un enfermo hay que abrazarle, acompañarle. El cáncer no se vence, no es ninguna batalla, y quienes lo sufren no son responsables de su curación. No les podemos hacer cargar con eso.
-¿De esta pandemia se puede extraer algo positivo?
-Buf, me cuesta muchísimo. Yo pensé que íbamos a salir mejores, pero creo que ya nos hemos olvidado de los aplausos de las ocho.
-Comparte en la red pensamientos, opiniones, cremas que usa. ¿Dónde pone el límite?
-Lo tengo claro: mi vida privada es mía. No creo que sea importante cómo es mi casa o adónde me voy de vacaciones.
-¿Se ve como una 'influencer'?
-Soy periodista, me dedico a contar historias. Y hablo de un estilo de vida saludable, así que, si puedo tener influencia en eso, genial.
-Vive en Dubái, en un país árabe. ¿Sufre algún tipo de discriminación por ser mujer?
-La verdad es que en Dubái convivimos más de 200 nacionalidades, el 80% de la población es extranjera, así que no. Me preguntan muchas veces si corro en pantalón corto. ¡Por supuesto!
-¿Aquí ha sufrido machismo?
-Una vez. Al terminar una conferencia, una mujer me preguntó si tenía hijos. Me sentí juzgada, pensé que jamás se lo habrían preguntado a un hombre, como si mis logros fueran menos por no tenerlos. Un hombre no me lo preguntaría, ni se paran a pensarlo.
-¿Por qué tenemos que pedir perdón por pintarnos los labios?
-No puedo con eso. Como si cuidar tu apariencia física te hiciera mononeuronal. A mí pintarme los labios me hace sentir bien. Reivindico eso, y animo a hacerlo. ¡Funciona hasta bajo la mascarilla!
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.