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El periodista Carles Francino ha regresado este lunes a presentar el programa que dirige en Cadena Ser, 'La Ventana', después de 47 días de ausencia y tras superar el covid-19. En un primer discurso ha relatado, muy emocionado, su experiencia con la enfermedad ... y ha querido agradecer el cariño y trabajo realizado por los sanitarios. Francino, al que se le ha roto la voz en varias ocasiones, ha comenzado su relato diciendo: «No es que yo haya vivido algo diferente a lo de miles y miles de familias, pero como tengo un pequeño altavoz, a ver si contarlo sirve de algo o me sirve de algo».
El periodista, que ingresó con fiebre muy alta en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid a los cinco días de dar positivo en coronavirus, indicó coómo fueron esos momentos: «Las pasé canutas, sobre todo durante 48 horas en las que los indicadores eran malos, incluido un ictus del que, afortunadamente, parece que no me ha quedado ninguna secuela. Perdí seis o siete kilos, masa muscular, además perdí la voz« ha indicado tras asegurar haberse asustado. «Yo he salido. En cambio, el contacto estrecho, un familiar muy próximo, murió el 12 de abril; y otra se recupera lentamente tras pasarse casi un mes en la UCI. Además, mi mujer, y mis hijos pequeños, también sufrieron el ataque del covid, aunque con menor virulencia» ha conseguido contar el presentador después de ser interrumpido por la emoción.
📹 #VuelveFrancino | Así ha abierto Carles Francino @LaVentana tras 47 días y tras superar el #coronavirus
Cadena SER (@La_SER) May 10, 2021
Bienvenido a casa, Carles 😊https://t.co/GfBm7ZJIZy pic.twitter.com/nXs8ztNer1
Carles Francino ha querido utilizar su discurso para hacer reflexionar a sus oyentes. El periodista ha recordado el papel de los profesionales de la sanidad durante toda la pandemia: «¿Es posible que nos hayamos olvidado de los sanitarios? ¿Dónde han quedado aquellos aplausos a las ocho de la tarde? [...] Todos los homenajes, los agradecimientos... se quedan cortos» ha asegurado antes de justificar el enfado de los sanitarios y hospitales después de los botellones en las calles este fin de semana. «¿Cómo no van a cabrearse viendo lo que se ha visto este fin de semana? Que en la UCI del Clínico de Madrid se escuchara el ruido del botellón en la calle la verdad es que no tiene nombre» ha continuado.
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Por último, el periodista ha querido agradecer las muestras de cariño recibidas durante todos estos días. «Si el cariño fuera una hipoteca, yo estaría pagando plazos lo que me queda de vida», ha sentenciado. «Quizá deberíamos invertir más energía en las cosas importantes de la vida, las que tienen que ver con los sentimientos nobles, con cuidar a las personas a las que queremos, con intentar que este mundo sea un poquito mejor... y no perder el tiempo en peleas absurdas y otras gilipolleces» ha concluido el peridoista en un discurso que está siendo muy aplaudido en las redes sociales.
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