MARÍA MUÑOZ
Sábado, 25 de julio 2020, 03:28
La actriz, modelo y cantante asturiana Blanca Romero (Gijón, 1976) participaba sonriente en Madrid en un acto promocional de una marca de vehículos, y aprovechó para contar a al prensa cómo había pasado el confinamiento y cómo afronta el futuro en estos tiempos de ... pandemia. Acostumbrada como está a vivir en libertad y disfrutar de la playa y la montaña, explicó sin embargo que lo ha llevado «bastante bien», aunque reconoció haber tenido momentos en los que sintió claustrofobia. Como no podía ser de otra manera, comentó haber estado preocupada, sobre todo, por la vida de sus padres: «Me acostaba por la noche y me entraba miedo por no estar cerca de ellos», lamentaba. Durante esos meses, la aplicación Tik Tok se descubrió como una de sus principales vías de entretenimiento: «Me aburría y un día vi con ello a Luci -la hija que tiene en común con Cayetano Rivera, que tras casarse con la asturiana en 2001 en Gijón decidió adoptar a la pequeña, que tenía 3 años-, me hizo gracia y me hice adicta. Me parece una aplicación muy real, con gente de todo tipo, de todas las edades, es graciosísima. Me lo pasé bomba y si alegré un poco a la gente, pues algo bueno que hice», celebraba.
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Blanca está disfrutando al máximo de la profesión de modelo de su hija Lucía, y habló sobre la reciente campaña que ha compartido con ella: «Trabajar juntas es súper fácil. Tenemos un código muy claro y a la hora de trabajar mantenemos ese idioma nuestro. Desde chiquitina ha estado conmigo en platós y rodajes, donde más se aprende. No somos hermanas, si lo fuéramos nos estaríamos tirando de los pelos. Nos llevamos 21 años y, si no fuese mi hija, jamás me pondría a hacerme fotos en bikini al lado de una niña, pero me gusta lo que transmitimos, el abarcar varias generaciones para una misma marca. Cuando me vea muy vieja, lo seguiré haciendo, porque es mi hija», aseguraba a Efe. Coincidiendo con el aniversario del fallecimiento de la que fuera su suegra, Carmina Ordóñez, Blanca solo tiene bonitas palabras para ella: «La mujer más guapa de España, que supo disfrutar y vivir su vida como quiso; bailó, cantó y lo pasó muy bien».
En medio del complicado momento que vive el mundo del toro, la actriz, como hija de torero y exmujer de torero, recuerda que «siempre ha habido polémica» con ese tema y explicaba que, en sus tiempos de mujer de torero, «en Gijón me daba miedo salir por los antitaurinos. Llegué a salir con el casco de moto hasta el garaje por si me zurraban, yo sufrí ese acoso, ese miedo. Nunca más volví a una corrida de toros ni soy taurina, pero al vivirlo de cerca desde que nací, lo respeto», comentaba.
Feliz y tranquila con la vida que está llevando, Blanca deja claro que no hay ningún hombre que ocupe su corazón: «No estoy enamorada, ya no quiero novio. Estoy buscando un convento para hacer galletas y ponerme cruces y santinas, que me encantan, y rezar y cantar. Además, pueden beber vino. Las mojas viven bien, tienen una piel fantástica y me parece mejor sitio que una residencia de ancianos», bromeó cuando le preguntaron sobre su vida sentimental.
También destaca en su faceta de cantante -tiene un grupo con unos amigos de Gijón- y le encanta bailar. «Bailando y cocinando sería feliz, mi sueño sería montar un mini 'tablao' en Asturias», comentó a los periodistas. Quizá lo haga algún día.
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