La política asturiana iba con Tanxugueiras

Una grandísima parte de España y, con ella, de Asturias, pasó el sábado noche de tener el corazón dividido a tenerlo roto. Chanel -nadie podrá negar que está en forma y más que 'ready'- ganó la carrera para representar al país en Eurovisión y así, con un certero golpe de su «boom, boom» (sic), la joven -en Oviedo puede que la recuerden como estrella de algunos musicales infantiles- dio al traste con las esperanzas de todos aquellos que pensaban que el gato y la competición se la llevarían al agua alguna de las que parecía -por lo que se oía en la calle, se escribía en redes y se cantaba en las duchas- eran las dos favoritas. Ni la 'Terra' de las gallegas Tanxugueiras, que rezuma folclore y tradición y orgullo patrio y homenaje a eses muyeres que son también les nuestres y que triunfó en Asturias como no podía ser de otra manera, ni el 'Ay, mamá' de Rigoberta Bandini, convertida ya en un himno feminista, canto de libertad y de reinvindicación del cuerpo natural y no (necesariamente) sexualizado de la mujer, consiguieron convencer al jurado profesional, aunque sí lo hicieron sobradamente con el popular. Pero las reglas son las reglas y las de este concurso han dejado claro que en el festival que este año se celebrará en Turín no habrá «ni tetes ni panderetes», como desde anoche miles de personas lamentaban en sus redes sociales.

No han escapado a la polémica los políticos asturianos, más que implicados con esta edición del certamen, animados por los potentes mensajes que lanzaban las aspirantes que finalmente quedaron en segundo (Tanxugueiras) y tercer lugar (Bandini). Uno de los primeros en manifestarse había sido el propio presidente del Principado, Adrián Barbón, haciendo público antes de la final su apoyo a las gallegas con un tuit: «Hoy me preguntaron los medios por la canción que nos representará en Eurovisión. Lo primero, respeto absoluto a todas las canciones, algunas francamente buenas. Pero yo apoyo a Tanxugueiras, porque creo que representa bien la España unida en su diversidad».

El ambiente de decepción tras conocer los resultados llegó a la cuenta del presidente de la Junta General, Marcelino Marcos Líndez, que optaba por tomárselo con humor: «Yo quiero la revisión del VAR por la decisión del jurado». En la misma línea, la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, que con un «Maravillosas!! Fantásticas!!! Tanxugueiras, gracias por todo» junto a un corazón morado ya había dejado claras sus preferencias, se unió divertida a la petición de revisión: «Recuento de la junta electoral ya!». «Esto no me lo esperaba», había reconocido poco antes al conocer el resultado Lastra, quizá pensando que el rival a batir era Rigoberta Bandini, cuya victoria tampoco habría sido una derrota para muchos de los seguidores de las gallegas. Ya pasado el fragor de la batalla, completaba: «Enhorabuena a mis admiradas Tanxugueiras por mostrarle al mundo el poderío del folclore tradicional, por reivindicar a nuestras abuelas pandereta en mano y por la fuerza de una actuación que no me canso de ver. O povo é quem mais ordena». El pueblo es quien más ordena. Pero no esta vez. Y por eso, la directora general de Igualdad del Principado, Nuria Varela, también tomó partido en un tono alejado de la broma: «Qué oportunidad perdida RTVE. ¿Qué intereses tan potentes para ponerse en contra de las dos votaciones del público? Error importante».

No todo el PSOE iba con 'Terra'. El consejero de Medio Rural, Alejandro Calvo, fue de los muchos que también se rindieron a Rigoberta Bandini: «Ay, mamá! En casa de los Calvo Pereda vamos con Paula», se significaba haciendo alusión al nombre real de la artista catalana.

La polémica trascendió las siglas. El secretario general y portavoz de Foro en la Junta Adrián Pumares retuiteó el mensaje del presidente gallego del PP, Alberto Núñez-Feijóo, quien animaba a Tanxugueiras como representantes de la «riqueza multicultural» de una España que hoy sigue tarareando lo mismo que ayer, convencida de que «non hai fronteiras». Aunque las haya. Que se lo pregunten a Delacroix.