La asturiana Angie Casado se corona Miss Tourism World Spain en Mallorca

Los primeros días en la isla los pasaron ensayando y visitando sus bellezas. Y el sábado por la noche se celebró la gala con presencia de público, familiares y amigos. «Hicimos un baile sorpresa, con abanicos rojos y un poco flamenco, y luego desfilamos con bikini, con ropa de cinco tiendas de la zona que nos dejaron para la ocasión y con el vestido de gala», relata. De 21 pasaron a ser cinco las finalistas. Dos, las representantes de Valencia y Baleares, fueron primera y segunda dama de honor y ella se coronó Miss Tourism World Spain. ¿Y ahora qué? «Pues a por el mundial», dice con buen ánimo esta asturiana que aún no sabe cuándo ni dónde será esa cita. A finales de este año habrá una competición aplazada por la pandemia en la que participará la ganadora en España de 2019 y luego será su turno.

«No nos han dicho nada todavía, se supone que será sobre abril o mayo», anota la asturiana, que sabe que debe echar el resto. «A partir de ahora, una preparación brutal, me voy a poner con el inglés a tope», señala.

Se vuelve a casa, no tiene compromisos inmediatos asociados a su nueva posición y el plan es la Universidad. «Voy a empezar a estudiar Educación Infantil», explica. Eso sí, no duda que posiblemente de este concurso salga algún trabajo en el futuro. Pero ella se lo toma con calma: «Ya irán saliendo cosas, me imagino», concluye.

Angie Casado fue elegida Miss Turismo Asturias 2021 en el pabellón de La Magdalena en septiembre y ya entonces le pilló la victoria por sorpresa. Exalumna del Colegio Amor de Dios, esta morena de 1,76 y 88-61-88 se metió en el mundo de las pasarelas de forma casual. «Siempre me habían dicho que por qué no probaba a meterme en este mundo, pero nunca me había llamado la atención. Hasta que, hace un año, conocía a una chica que me contó que en la agencia de modelos Rassim's había muy buen rollo, así que me apunté», relataba entonces sobre sus inicios como modelo. Dejó la gimnasia rítmica, abandonó la preparación de las pruebas para convertirse en policía, y parece que su apuesta, por el momento, no le ha ido mal. Porque además le permite ser y estar en un mundo que le apasiona como es el de la moda. Le encanta la ropa, las tiendas, el armario es uno de sus placeres. «Incluso hubo una época en la que pensé en hacer diseño, pero dibujo fatal. Así que poder dedicarme a esto sería un sueño».

Sigue soñando Angie y viendo cómo la realidad le es proclive. Porque además no tiene ningún problema en plantar cara a quienes consideran que los concursos de belleza cosifican a las mujeres: «Yo me presento porque soy libre de hacerlo. Nadie me obliga», afirma.

Es libre y feliz. Inmensamente feliz después de haber vivido en Palma unos días muy especiales con un final inesperado y sorprendente para ella. Y la historia continúa.