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Anita Matamoros está en el punto de mira, no solo por la confrontación que mantiene con su padre, Kiko Matamoros, sino que ahora se ha visto salpicada por las críticas tras irse de viaje a México con su novio, David Salvador.
La ... influencer ha aprovechado que viajar a este país es legal y lejos de justificarse ha admitido que «por si alguien todavía tiene alguna duda, no es un viaje estrictamente de trabajo, pero también tengo que hacer unas cosas ahí, aún así, no va a ser ninguna excusa y porque no veo la necesidad de camuflarlo cuando realmente es legal, se puede. Para los que quieran saber más sobre las medidas, es obligatorio un PCR 48 horas antes, tanto para la ida como para la vuelta. Sé que no tengo que justificarme de nada, pero como últimamente salen tantos jueces por las redes, prefiero que tengáis toda la información por mi parte», explicaba en sus redes sociales.
Pero no todo comenzó siendo tan ideal como ella creía, y es que, nada más llegar a su lugar de destino, tuvo contratiempos con su salud. «Contaros que acabo de ir al médico y que hoy he pasado posiblemente la peor noche de mi vida porque desde las tres de la mañana estoy vomitando, he perdido la cuenta. Puede que haya vomitado nueve o diez veces. También he ido al baño y fatal. Dicen que es algo muy común que le pasa aquí a la gente que viene», contó Anita.
Aprovechó también para recomendar a la sociedad que realice viajes y acuda a eventos. «Como todos sabemos, la situación es complicada y hay que ser responsables y sobre todo muy prudentes. Pero creo que no debemos (siempre que podamos) renunciar a viajar, a ir a cenar a un restaurante o ir a un concierto, si se hace cumpliendo con todas las medidas. Pienso honestamente que la vida tiene que seguir y no está mal apoyar a diferentes sector que están sufriendo tantísimo. Siempre con cuidado y responsabilidad», indicó la hija de Matamoros.
El propio Kiko Matamoros reconoció no hablarse con su hija desde el pasado mes de junio. El colaborador sí explicó que intentó que Anita diese su brazo a torcer mediante sus explicaciones en el programa en el que trabaja y a través de terceros. Pero la más pequeña de sus hijos no se pronuncia, ni parece que quiera ponerse en contacto con su padre. En sus redes sociales afirmó hace poco ser una persona que pide perdón, pero puntualizó que esto solo sucede «cuando sabe a ciencia cierta que no tiene razón», por el contrario se considera una persona «muy cabezota».
Esta cabezonería parece heredada de su padre, según él ha comentado, pero considera que su hija «lo es mucho más». Habrá que esperar para saber quién de los dos arrima posturas en este sentido.
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