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J. DUEÑAS
MADRID.
Viernes, 25 de junio 2021, 04:23
«Con un poquito más de fuerza que ayer». Así decía ayer Alba Santana que estaba después de que un día antes falleciera su madre, Mila Ximénez, víctima de un cáncer de pulmón que le diagnosticaron hace apenas un año.
Alba, a la ... que su madre describía como la «estabilidad emocional», demostró que no se equivocaba y habló ante los medios de comunicación para «daros las gracias a todos por vuestra atención, por el respeto, por el cariño que le habéis tenido siempre». «Creo que sabéis lo mucho que os quería en el fondo aunque a veces se enfadara», sonreía al recordar la rutilante personalidad de la periodista. La joven dijo que le gustaría que recordaran a su madre «riéndose, como era ella». «Creo que era única, en eso estamos todos de acuerdo», aseguraba ya más calmada, y añadía que «no habrá otra igual, para lo bueno y para lo malo». «Pero yo la recuerdo con una sonrisa que era la sonrisa que nos cautivaba a muchos», evocó, «y así espero que la recuerden», terminó.
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Tanto ella como el resto de la familia de la sevillana han recibido numerosas muestras de cariño y condolencias llegadas de todos los rincones, de gente conocida y de anónimos. «La pena es la misma, pero me siento acompañada por mucha gente», dijo la joven, que vive en Ámsterdam junto a su marido y sus dos hijos, desde donde se trasladó para acompañar a su madre en sus últimos días.
Mila fue ayer incinerada en el cementerio de La Almudena, en la más estricta intimidad.
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