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El actor Roberto Álvarez fue uno de los rostros más conocidos por su papel de Fernando Hidalgo, padre de siete niños en la mítica serie 'Ana y los 7', protagonizada por Ana Obregón y emitida durante tres años en los que el gijonés pudo sentir el calor del público al que ya llevaba por aquel entonces -año 2000- volcado durante 40 años de su vida.
A los 26 años, y en plenos años 70, Roberto Álvarez decidió abandonar su ciudad natal en busca de su vocación artística y comenzó así su andadura en el teatro local, donde su amor por las tablas le llevó a consolidar una carrera exitosa en la que llegó a colaborar con grandes nombres del cine español como Pedro Almodóvar en 'La flor de mi secreto' y Emilio Martínez-Lázaro en 'El otro lado de la cama'.
La versatilidad que caracteriza al asturiano le permitió pasar con naturalidad de la comedia a papeles dramáticos, dejando una marca en títulos que definieron el cine español de las últimas décadas. Sin embargo, fue en televisión donde alcanzó mayor popularidad.
Series como 'Cuéntame qué pasó' donde interpretó durante 20 episodios a Ernesto Ochotorena, 'Servir y proteger' donde encarnó a Antonio Torres Morales durante la friolera de 1372 capítulos o la más reciente, 'Amar es para siempre' donde dio vida a Federico Quevedo Arrán. En series como 'Hospital Central', 'El Ministerio del tiempo' o 'El comisario' realizó varios cameos que también demostraron su capacidad camaleónica para adaptarse a distintos formatos y géneros narrativos.
En los últimos años, Roberto Álvarez ha redirigido su carrera hacia el teatro, un medio que, según sus propias palabras, le ofrece mayor libertad para profundizar en las emociones humanas y abordar temas relevantes.
Uno de sus proyectos más recientes y destacados es la obra 'Equus', del dramaturgo británico Peter Shaffer. En esta pieza, Álvarez interpreta a un psiquiatra que intenta comprender las motivaciones de un joven acusado de un acto violento contra caballos. La obra, producida por el propio Álvarez y adaptada por Natalio Grueso, reflexiona sobre la libertad individual, los deseos reprimidos y las normas sociales que nos moldean.
Para Álvarez, 'Equus' tiene un significado especial, ya que aborda cuestiones que, aunque planteadas originalmente en la década de 1970, siguen siendo actuales en la era digital, donde las redes sociales y las expectativas colectivas imponen nuevas formas de censura.
Este proyecto teatral, presentado en escenarios emblemáticos como el Teatro Infanta Isabel de Madrid, ha sido aclamado por la crítica y el público, consolidando a Álvarez como un defensor del teatro como vehículo de reflexión social. Además, permitió representar esta obra en su Gijón natal con el aplauso de todos sus paisanos.
Además de su carrera artística, Roberto Álvarez también ha explorado la faceta de la producción teatral, una iniciativa que, según él, le permite tener un mayor control creativo y apostar por historias que conecten emocionalmente con el espectador. En varias entrevistas, el actor ha subrayado la importancia de elegir proyectos que no solo entretengan, sino que también inviten a pensar y cuestionar el mundo que nos rodea.
Aunque su presencia en la televisión y el cine ha sido menos frecuente en los últimos años, Roberto Álvarez sigue siendo un pilar en la escena artística española. Su dedicación al teatro no solo le ha permitido reinventarse como actor, sino también mantener viva su pasión por contar historias significativas. Con un perfil más discreto fuera de los escenarios, Álvarez demuestra que el éxito no siempre se mide por la fama, sino por la capacidad de permanecer fiel a los valores artísticos y humanos y de llevar la bandera de Asturias por todo el mundo.
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