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Viernes, 10 de febrero 2017, 10:25
Aída Nízar sabe de qué va el juego de la televisión y, en su sabiduría, ha sabido callarse uno de sus mayores secretos hasta que ha visto finiquitada su carrera en 'Gran Hermano Vip 5', lo que le asegura permanecer en antena unas cuantas noches. La pucelana se convirtió el jueves en la cuarta expulsada del 'reality' -se salvaron Alejandro Abad, Irma Soriano y Daniela Blume-, lo que le trajo un mar de lágrimas, gritos y lamentaciones en plató: «¿¡Qué clase de sociedad es esta que preferís a las malas personas!?», le espetó a la grada con el maquillaje ya desecho.
Además de mantenerse fiel a su estilo y arremeter contra todo y todos -especialmente contra la familia Lamborghini, después de sus enfrentamientos en la casa con la heredera de la casa de bólidos, Elettra-, Aída tuvo tiempo para las confesiones. Ya dentro de la casa, durante una mañana soleada en el jardín junto a Marco, la concursante insinuó un pasado romance con un hombre «que ahora es la mano derecha de Rajoy» al que conoció en la universidad siendo los dos estudiantes.
Como cabía esperar, Jordi González tuvo que preguntarle sobre el tema, y Aída lo dejó muy claro: «Fernando Martínez-Maíllo fue uno de los hombres que pidió mi mano a mi madre y no se la dio». Lo confirmó la progenitora, que alegó que no veía que su hija correspondiese de igual manera al amor del actual vicesecretario general de Organización del Partido Popular. Contó la ya exconcursante que Martínez-Maíllo ha sido «uno de los mejores hombres» que han pasado por su vida. «Me alegro mucho de que sea la mano derecha de Mariano Rajoy», afirmó la pucelana, que ha apoyado en más de una ocasión de forma pública al PP.
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