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arantza furundarena
Viernes, 12 de agosto 2016, 10:18
No hay parto sin dolor, ni hortera sin transistor... Ni agosto sin amago de embarazo monegasco. Es la serpiente rosa de verano que más se repite desde hace décadas. Primero con Carolina y, sobre todo, con la desatada e imprevisible Estefanía. Y ahora que a ellas ya se les ha pasado el arroz les toca el turno a sus hijas. Especialmente a Carlota. Su curva abdominal es más escrutada y analizada que la del Dow Jones. Así que, tras observarla minuciosamente, la revista italiana Chi ha llegado a la conclusión de que la mayor de las hijas de Carolina espera su segundo hijo... Y lo mismo afirma el portal Oggi. Porque estos son temas de Oggi, de ayer y de siempre.
La cosa no es de ahora. Se viene repitiendo cada tres o cuatro meses. Cuando no es la hija de Carolina son sus cuñadas, Beatrice Borromeo, casada con Pierre Casiraghi, o Tatiana Santo Domingo, esposa de Andrea Casiraghi. Hay una especie de fiebre obsesiva por verlas reproducirse. En marzo ya se lanzaron rumores de que Carlota esperaba un hijo de su nuevo amor, el director de cine italiano Lamberto Sanfelice, el hombre que ha sustituido en su voluble corazón al (para muchas insustituible) Gad Elmaleh, padre de su hijo Raphaël, de casi tres años. Pero de haber sido cierto aquel rumor, lo de Carlota a estas alturas del verano no sería una incipiente curva sino un bombo prominente. Así que aquella fue una falsa alarma, pues no parece muy probable (ni biológicamente sostenible) que esta chica, por muy fértil que sea, se haya quedado embarazada dos veces en cinco meses.
La culpa de tanta especulación la tiene el propio Principado de Mónaco, que aborda este tipo de asuntos por la vía del ya os enteraréis. Ellos se niegan a confirmar públicamente los embarazos de sus princesas (especialmente, de las solteras) y a la prensa no le queda otra que entregarse a las adivinanzas, las quinielas e incluso al esoterismo...
Pancino a bordo del mitico Pachá III, anuncia en su portal digital Oggi. Lo cual suena un poco a pánico a bordo del mítico Pachá III. Pero no hay que asustarse. Pancino en italiano es pancita o barriga. Y Pachá es el rutilante yate vintage de los Grimaldi (que ya van por el tercero). En ese barco ha navegado estos días estivales Carlota por aguas de la Toscana junto a su nuevo novio italiano Lamberto. Y lo que ha llamado la atención de los paparazzi que la han fotografiado no es tanto que a sus espléndidos 30 años recién cumplidos la bella Charlotte luzca un bañador entero (es tendencia este verano y las de Mónaco, antes muertas que demodés), sino que dicho traje de baño le marque tripa. Sobre todo, tratándose de una estilizada y atlética amazona como ella.
Carlota, según Oggi, se encuentra en una «tranquilla e affollata navigazione nelle acque dellArgentario». Es innegable que el chismorreo o pettegolezzo, como ellos lo llaman, resulta mucho más suculento en la lengua de Berlusconi. Lo de affollata viene a cuento de que la embarcación estaba repleta, lo que hoy vendría a ser petada... Porque además de Carlota y Lamberto, navegaban, entre otros pasajeros, su madre Carolina, su hermana Alexandra (hija de Ernesto de Hannover) y Marina, la que será su futura suegra, si es que algún día se casa.
Il pancino de Carlota de agosto viene a sumarse a su pancino de julio, incipiente barriguita que también Oggi difundió gracias a unas fotos de la princesa en biquini. Lo cual parece confirmar la sospecha. La revista Chi va incluso más allá e interpreta unos gestos de desagrado de Carlota como síntoma inequívoco de las típicas náuseas de una gestante... Mientras tanto, el Principado sigue mudo. Antes de admitir que está embarazada preferirían hacernos creer que sufre de gases.
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