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Jueves, 11 de agosto 2016, 13:52
¿Ha ganado Ben Affleck algún kilillo o ha pasado por el quirófano? Las últimas apariciones del actor han puesto de manifiesto un evidente cambio físico que no ha pasado desapercibido para la prensa. En concreto, su asistencia a la presentación de la película 'Escuadrón Suicida' ha sido lo que ha disparado los rumores sobre la posibilidad de que se hubiese hecho algún retoque.
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en contexto
Con una frente más ancha y estirada, unos ojos mucho más pequeños y sin apenas arrugas, muchos medios se han apurado a sacar el antes y el después del actor para contrastar la evidente diferencia. Lo cierto es que, a juzgar por las imágenes, la cara del actor ha cambiado notablemente. No obstante, ni él ni su entorno ha reconocido que se hubiera sometido a ningún tipo de tratamiento ni intervención quirúrgica. Tampoco es la primera vez que surgen rumores sobre la posibilidad de que el intérprete, de 44 años, se hiciese algún retoque estético. El pasado año se dijo que se había hecho un lifting y una reducción de bolsas. No obstante, en esta ocasión el cambio es evidente.
Si el actor ha engordado o se ha operado, es probable que no se confirme nunca. No obstante, para la mayoría esta aparción pública le convierte en una nueva víctima de lo que se ha llamado 'efecto Zellweger', que 'popularizó' la protagonista del Diario de Bridget Jones. Otra de las que han sucumbido al bisturí, por ejemplo, ha sido , por ejemplo, Meg Ryan, quien, hace un año, se convirtió en el centro de atención tras aparecer a un desfile de la Alta Costura de París con una nuevo rostros. Su cara parecería haber tenido un exceso de bótox o un mal paso por el quirófano. Ojos, frente, nariz y boca parecen totalmente distintas de su última aparición pública, hace año y medio.
Con la piel mucho más tersa, los ojos más rasgados y pequeños y una barbilla más estilizada, Meg Ryan ya no parece la que era, ni en sus inicios, ni después de estirarse y retocarse hasta que su sonrisa se convirtió en una especie de mueca del Jocker de Batman. Sus más fieles seguidores han lamentado su transformación, una vez más, dejando claro en redes sociales que estaba mucho mejor antes de operarse.
La intérprete se une así a una larga lista de actrices que, con mejor o peor resultado, han sucumbido a la presión de Hollywood para hacerse retoques. Ella o Nicole Kidman fueron algunas de las primeras en pasar por el quirófano e incluso cambiar su rostro totalmente a golpe de bisturí, pero en los últimos meses se han sumado otras como Renée Zellweger, Uma Thurman o Demi Moore, que también era reincidente.
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