La paga extra de Bertín Osborne por el buen dato de audiencia con Fran Rivera

El estreno de 'Mi casa es la tuya' de la semana pasada no recogió grandes datos de audiencia, pero ayer, con la entrevista al torero Francisco Rivera, Bertín Osborne se tomó la revancha. El programa obtuvo un 21,5 por ciento de share frente al 18 de su rival. Y esto le trajo al presentador una paga extra, ya que en su contrato está estipulado que cobrará mil euros más por cada décima más que consiga por encima del 18 por ciento. Así, además de los 30.000 euros que se embolsa por cada entrega, anoche logró 35.000 de bonus.

En el programa de ayer el diestro estuvo muy relajado con el jerezano y le habló incluso de aspectos privados de su vida que normalmente evita con la prensa del corazón. Rivera habló de la muerte de su madre, Carmina Ordóñez, y llegó a alertar del peligro que supone para la estabilidad de una familia que uno de sus miembros caiga en las drogas. También reconoció que su relación con su exmujer, Eugenia Martínez de Irujo, no es muy buena, aunque mantienen cordialidad por el bien de su hija, Tana. Y de ésta dijo que tiene enorme complicidad con su actual esposa, Lourdes Montes, de la que habló con admiración y relató cómo comenzaron a salir. Se conocieron en una Feria de Abril y, aunque ella en principio no quería ni verle, terminó por enamorarla.

Rivera recordó la trágica muerte de su padre, Paquirri, en Pozoblanco, y conoció una historia personal que guardaba Bertín, que le contó que aquel fatídico día él actuaba en el mismo pueblo y se enteró de la noticia por un Guardia Civil que le paró en un control.

Osborne y Rivera grabaron el programa en la finca familiar del torero, en Ronda, en donde se casó. Allí mantuvieron un charla amigable y, como manda la tradición del programa, cocinaron una comida que luego degustaron con sus esposas. La preparación de unos huevos fritos con patatas fue uno de los momentos más divertidos del programa, ya que ninguno de los dos tenía ni idea de cómo encender una cocina de gas. Francisco Rivera llegó a ponerse una cacerola a modo de casco protecto porque, según confesó, tenía pánico a que hubiera una explosión. A pesar de su profesión, en otro momento relató otro de sus grandes miedos: dormir a oscuras. Entre risas dijo que al principio a su mujer le había costado dormir con luz, pero que ya está acostumbrada.