«No me veo en ‘Interviú’»

A Edurne (Collado Villalba, Madrid, 1985) le gusta saborear lentamente los cócteles. Le encanta variar, pero que no lleven «ni menta ni tomate». Eso lo tiene claro. A punto de cumplir los 30 ha encontrado la mezcla perfecta para lograr El cóctel de la felicidad (Temas de Hoy). Un libro positivo y con cierto toque de autoayuda donde aparece la Edurne más íntima, sus claves para el éxito y en el que habla de su novio, el portero David de Gea. Puntualiza que en absoluto se trata de unas memorias. «Soy demasiado joven para una biografía; me quedan tantas cosas...».

Este libro se une a su faceta como cantante, actriz, presentadora... Solo le falta un blog de moda, un cameo en Torrente y un posado en Interviú.

(Risas) Lo último ya le digo que no. Sé que a muchos les gustaría, pero no me veo. ¡Y espero que me queden más cosas! Lo del blog me lo planteé en un momento determinado, pero hay que tener mucho tiempo para hacerlo bien. Lo de Torrente no sé, pero si me lo proponen...

Los retos le ponen. Y más cuando presume de haber superado el más difícil: demostrar que es más que una cara bonita. «Al final he conseguido que se me valore por mi profesión más que por mi físico y eso es maravilloso». Ya lleva diez años en el candelero (empezó en OT en 2005 y ha sido nuestra última eurovisiva) y no deja de progresar... salvo en la cocina. Los fogones se le resisten.

Creo que ni con la Thermomix hace algo en condiciones...

Nada, nada. Siempre tengo algún problema, me equivoco de ingrediente o pongo más de la cuenta... Mi nivel de cocina es malo, pero malo, malo. ¡Pero lo conseguiré! Por el momento solo domino los huevos fritos y las ensaladas. Aunque, ojo, hacer un huevo frito también es complicado (risas).

«De buen comer», la artista ha llegado a zamparse un contundente plato de migas antes de un concierto... aunque luego le dieran la noche sobre el escenario. No ha hecho dieta en su vida y en su currículum figura el título de la mujer más sexy del mundo solo superada por Megan Fox. «Soy un poco coqueta y me gusta verme guapa, pero de ahí a ser la más sexy de España... no lo veo». De hecho los días libres los pasa tranquilamente en su casa en «moño y pantunflas». Nada de tacones, ropa ajustada o maquillaje. Y si juega partido su chico, media hora antes ya se planta frente al televisor.

Maneja a la perfección términos futbolísticos, como demuestra en su libro...

Por supuesto. Ahora puedo explicar perfectamente qué es un fuera de juego. Pensaba que el fútbol nunca me acabaría gustando y fíjate cómo es la vida... Ahora me encanta ver los partidos. Mi padre y mi hermano alucinan (risas).

¿Y se considera una wag?

No. Sé que es el término que se utiliza para las novias de futbolistas. Pero yo soy la novia de David, no la novia de un futbolista.

¿Ha leído el libro su «otro David»? (así suele referirse a De Gea ya que su hermano se llama igual)

Aún no, pero pronto se lo llevaré a Mánchester. David es uno de los principales ingredientes del cóctel de mi felicidad y creo que no habría mejor dedicatoria que esa.

Y ya que tiene un libro propio, ¿para cuándo el árbol y el niño?

Espero tener oportunidad de completarlo todo. El niño seguro; ahora, de momento, no, pero más adelante seguro. Y el árbol espero plantarlo aunque sea en mi jardín.

Edurne aún vive en casa de sus padres. En el garaje se hizo un loft independiente y anda a caballo entre Madrid y Mánchester. Y siempre con muchos hoteles por medio, y a ser posible con un parque de atracciones cerca. Las montañas rusas son su perdición y lo mejor para soltar Adrenalina, como tituló su sexto disco, el último hasta ahora. ¿Y qué es lo que le cabrea? La hipocresía y la falsedad. Y si tiene que soltar tensiones se planta una peli y se hincha a llorar. «Pero no son lágrimas de tristeza».

«Ahora mismo puedo decir que estoy viviendo mi mejor momento», sentencia. Ni por asomo hubiera imaginado lo que le iba a reportar Operación Triunfo. Y menos que diez años después llegaría a Eurovisión, una experiencia «que me ha hecho mucho más fuerte». Porque Edurne solo se queda con las críticas constructivas y se olvida inmediatamente de los malos recuerdos. «En eso soy como Dory de Buscando a Nemo», detalla entre risas una chica que de no haber triunfado en la música ejercería de veterinaria... «e igual de feliz». Solo llevaría mal los madrugones. «Hoy he tenido que levantarme a las ocho y no veas...», apunta entre suspiros.

Usted que se muestra siempre tan positiva, ¿cómo ve el país?

Estamos mal, muy mal, la verdad. Da pena que en un país como España estemos representados por gente que realmente no nos ayuda; al contrario, que encima nos están machacando día tras día. Y nosotros esforzándonos tanto. La cosa está muy mal, así que a peor no puede ir. La única solución es que vaya a mejor y que haya un cambio en España. Creo que se avecina pronto y que irá todo mucho mejor.

Pues las elecciones generales están a la vuelta de la esquina, ¿usted es de las que vota?

Depende. Me lo tengo que pensar mucho. Si hay algo que me convence sí, si no, no.

¿Con qué político se tomaría uno de los cócteles de su libro?

Creo que con ninguno. Como no entiendo de política, no puedo dar un nombre.