«Fíjense en la Torre de Pisa, un error histórico»

El ingeniero británico Justin Cunningham muestra cada viernes en Discovery Max (22.00 horas) el escaparate de los 'Grandes fracasos de la ingeniería'. Ambiciosos proyectos sobre el plano que se convirtieron en gigantescas chapuzas en la práctica. Nos lo cuenta.

¿Cómo pasa de la ingeniería a una profesión en crisis como el periodismo?

En 2005 no había mucho empleo como ingeniero aeroespacial, el mercado mundial no era bueno y fui uno de los afectados. El editor de una revista de ingeniería me dijo: 'Escribe algunos artículos hasta que encuentres otro trabajo'. Me da vergüenza decir que 10 años después sigo aquí. ¡Y me encanta! En ingeniería sabes mucho de un tema, ahora sé un poco de todo. Por eso no he vuelto a ser ingeniero a tiempo completo.

¿Se ha mejorado o se siguen cometiendo errores?

Por desgracia siempre habrá fallos, es la naturaleza de la bestia o el precio del progreso. Los ingenieros no lo saben todo, pero hacen cosas tan maravillosas como que yo esté en mi oficina de Londres y haya sido diseñada por un señor desde Estados Unidos. Mostramos los fracasos, pero también las lecciones aprendidas.

¿Es difícil tratar temas de ingeniería para un público general?

Intento hacer las mismas preguntas que ellos harían. Por ejemplo, estuvimos en Venecia, en el puente de Calatrava, que tiene el gran problema de que es muy resbaladizo e hice la pregunta que se haría cualquiera: '¿por qué diablos utilizaron el vidrio?'.

Los arreglos de estas chapuzas que usted descubre en su programa suponen un gran coste. ¿En ocasiones es mejor destruir y volver a construir?

Derribar un edificio es el último recurso. Pasó, por ejemplo, con La Torre Harmon, en Las Vegas. Se dieron cuenta que la barra que estaba dentro del hormigón no era fuerte y de que había verdadero peligro de desplome. Por lo que la derribaron y empezaron de nuevo, pero es algo del pasado. Si se puede, se intenta arreglar.

¿Usted plantea también soluciones o se limita a mostrar la metedura de pata?

Es una mezcla. Volviendo al ejemplo del vidrio resbaladizo del puente de Venecia en el que mucha gente se ha caído y se ha hecho daño... Se nos ocurrió que podrían rayar el vídrio con ácido. De esta manera, los pies agarran más y no afecta a su aspecto.

Los errores españoles

En uno de los programas hablan sobre el aeropuerto de Gibraltar. Dicen que es de los más peligrosos del mundo. ¿Por qué?

Es asombroso. Miras por la ventana del avión y hay cuatro carriles de tráfico. ¡Y en medio está la pista de aterrizaje!

Seguro que en España hay más ejemplos que no han sacado.

Pensamos en el edificio de la Ópera de Valencia. Es impresionante, pero se le están cayendo las baldosas. ¿Qué ha pasado allí? Pues que el pegamento que han utilizado no resiste las altas temperaturas que se registran en esa zona. Y se han ido deteriorando y decolorando. Es una vergüenza. Están tomando las medidas para arreglarlo y tratamos de acceder con nuestras cámaras. Por desgracia, ellos no quisieron hablar con nosotros, así que no pudimos hacerlo.

¿Hay países en los que se han cometido más despropósitos?

No, no lo creo. Los ingenieros son tan humanos como los demás.

Puede ser que no haya suficiente dinero, que el proyecto fuera llevado a cabo de urgencia o que los ingenieros tomaran una decisión estúpida. En muchos casos los errores vienen por las presiones políticas o de gestión.

Un error se puede convertir en un éxito, como la Torre de Pisa.

Sí, lo han arreglado y al final se ha estabilizado, lo cual es simplemente increíble, porque los cimientos y la tierra sobre la que se asentaba eran muy inestables. Han hecho un gran trabajo de fortalecimiento y se ha convertido en un error muy histórico.