F. M.
Martes, 14 de octubre 2014, 00:02
Cuando Rociíto se quedó embarazada de Antonio David Flores, la pareja tuvo claro que esa niña se llamaría como la madre y como la abuela, la más grande, Rocío Jurado. Dieciocho años después del nacimiento de Rocío Flores Carrasco, que ayer alcanzó la mayoría de edad, la familia ha cambiado de arriba abajo.
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La abuela, una de las artistas más célebres del país, hace años que murió y sus padres hace tiempo que se divorciaron. La tercera de las Rocíos discutió con su madre y sus vidas se han ido separando de tal forma que ahora vive con su padre y su nueva mujer, Olga Moreno, quienes se casaron en 2009.
Madre e hija tienen una mínima relación y la joven vive feliz con la familia paterna. Rocío Flores adora a Lola, la niña que tuvieron Antonio David y Olga hace casi dos años. Por la vía materna, curiosamente, con quien tiene más contacto en la actualidad es con su tía y al mismo tiempo hermanastra de su madre, Gloria Camila Ortega, la hija que adoptaron Rocío Jurado y el torero Ortega Cano cuando Rociíto tenía 22 años.
Ambas son muy amigas, tienen una edad similar y se apoyan la una a la otra. Rocío ha estado ayudando a su tía-amiga a superar los duros tragos que le ha deparado la vida en los últimos tiempos: la entrada en prisión de su padre y la rehabilitación de su hermano.
Antonio David nunca ha hablado de Rocío, pese a que vivía en su casa, amparándose en la protección al menor. Así que la duda es qué pasara a partir de ahora. Porque los programas rosas del corazón tratarán de sacarle partido.
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