Paris Hilton, ligera de ropa hasta para comer hamburguesas.

Paris Hilton la arma con su anuncio hot

ARANTZA FURUNDARENA

Viernes, 15 de agosto 2014, 01:53

En el universo de la aberración sexual lo clásico era montárselo con una oveja. Paris Hilton ha ido más lejos y se lo monta con una hamburguesa. La desheredada del imperio hotelero ha vuelto a participar en otro anuncio en el que se diría que el colesterol literalmente la excita. Junto con la modelo Hannah Ferguson, auténtica protagonista de esta nueva versión del spot, Paris debe de ser el único ser humano del planeta a quien la grasa no le pone kilos. Únicamente le pone. En el anuncio anterior daba un mordisco orgásmico a una hamburguesa 'Carl's Jr' de varios pisos, chorreante de grasa, y experimentaba un subidón que le dejaba con los ojos en blanco. Si todas las mujeres reaccionáramos así ante el consumo de carne picada, las hamburgueserías habría que cerrarlas. Por lo menos, al público infantil. El nuevo anuncio también ha vuelto a desatar la ira de varias asociaciones conservadoras de Estados Unidos. Lo califican de pornográfico. Pero lo realmente escandaloso no es que el spot sea porno, sino que lo porno venda tanto por muy (nunca mejor dicho) manido que esté.

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No hay nada nuevo en estos anuncios de Paris. El viejo cuero negro de siempre, el típico despelote de siempre, las mismas poses insinuantes de siempre (preferiblemente, a cuatro patas) y los mismos recursos de siempre: maciza se contonea como si sufriera espasmos de placer mientras hace como que limpia un vehículo con una esponja que chorrea espuma... El que luego le pegue una dentellada salvaje a una bamboleante hamburguesa encaja dentro del guión tanto como el que los actores se pongan a cantar sin venir a cuento en ciertos musicales. Pero por lo visto funciona. 'It's hot', reza el eslogan sobreimpreso en el anuncio. Y ahí está el meollo de la cuestión, que 'hot' en inglés significa al mismo tiempo caliente y picante.

No es tan raro que a Paris le entusiasme el simple hecho de morder una hamburguesa. Ese cuerpo suyo, o al menos gran parte de su anatomía, tiene pinta de pasar mucha hambre y privaciones. Está flaquísima. Por otra parte, tiene quien le limpie el Rolls, así que la experiencia de lavarlo por una vez en la vida debe de haberle resultado más emocionante que tirarse en paracaídas. Tampoco es la primera vez que se apunta a la publicidad escandalosa. El año pasado censuraron curiosamente en Brasil (el país del tanga 'hilo dental') un anuncio en el que Hilton se ponía como una moto por el simple hecho de sentir el frescor de una lata de cerveza helada sobre su piel. Cervezas, hamburguesas... Realmente las preferencias eróticas de esta chica son rarísimas. Así que no acaba de cuajar con ningún novio; al contrario que su hermana Nicky, que acaba de prometerse con un Rothschild.

Tras su paso por la discoteca Amnesia de Ibiza, Paris ha perdido la memoria. Del modelo español de origen finlandés River Viiperi, su pareja de los últimos dos años, ni se acuerda. «No conozco a nadie con ese nombre», asegura viperina. Y en esa fiesta 'non stop' que es su verano (agota verla divertirse tanto), ha puesto rumbo a El Algarve por iniciativa de Cristiano Ronaldo. A CR7 Paris intentó ligárselo una noche de farra, pero pinchó en hueso. En venganza lo tachó de 'mariquita'. Ahora el buen Cristiano ha puesto la otra mejilla contratando como Dj a esta Paquirrina de plexiglás para que pinche en su discoteca, Seven. La recibieron las mujeres del clan Aveiro, madre coraje incluida. El futbolista ni apareció. Por miedo quizá a que Paris quisiera evocar con él ese momento hamburguesa...

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