ELCOMERCIO.ES
Viernes, 20 de junio 2014, 19:54
En la proclamación de don Felipe como Rey de España se vio a una doña Letizia natural, contenta y muy compenetrada con sus hijas, a las que no perdió de vista en toda la jornada. La nueva Reina estuvo muy pendiente de las pequeñas, que no están acostumbradas a actos tan protocolarios y consiguió que se comportaran de forma impecable gracias a una serie de 'señas secretas' que habrían acordado previamente.
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Así, se pudo ver en varias ocasiones cómo doña Letizia ponía sus manos sobre sus rodillas y las miraba para indicarles que juntaran las piernas. Si quería señalarles que acercaran sus manos, unía las suyas. También las acompañó a las sillas que ocuparon durante la proclamación para recordarles con su presencia que se sentaran de forma delicada.
Durante el acto, la infanta Sofía se mostró algó más revoltosa que su hermana, Leonor, por lo que la Reina no dudó en lanzarle directas miradas que le recordaban a la niña que tenía que mantener la compostura. En un momento de la proclamación, la hija menor de los Reyes localizó a sus abuelas entre la audiencia que se encontraba en la sala y comenzó a reír y a señalarlas. Doña Letizia, que se percató de lo que estaba ocurriendo, se apresuró a acariciar la cara de Leonor para evitar que su hermana captara su atención y que ella también se 'despistara'.
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