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A. S. González
Lunes, 29 de enero 2024, 21:19
Ferrán Centelles, ex sumiller de El Bulli y autor del 'Sapiens del Vino', se embarcó este lunes en un viaje a través de los sentidos por la Ruta de la Plata, un periplo al que incorporó a cinco productores «brutales», jóvenes promesas algunos, otros indiscutibles ... referentes. Sus vinos fueron maridados con recetas tan lejanas como la antiquísima vía, inspiradas en Lusitania, en la Antigua Roma, en la trashumancia, en el negro carbón, pensadas por el cocinero Carlos Casillas, aspirante al título de cocinero revelación, y ejecutadas por su equipo.
A las bodegas les pidió que presentaran un vino digno de Madrid Fusión: especial por cualquier razón, por su carácter, por su añada, por lo limitado de su producción... El vino de Adrián Fernández, de Señorío de Ibias, no solo se sumó al festival con el que Madrid Fusión quiso inaugurar The Wine Edition sino que puso el «broche de oro» final.
Referente indiscutible, Centelles confesó la fascinación que sintió al probar caldo el enólogo asturiano en una cata a ciegas. Le sorprendió su complejidad y su frescura y, sobre todo, el no saber dónde «colocar una joya» que recordaba a los alemanes pero no era alemán...
Antes de que el vino de la Dop Cangas apareciera en escena, el auditorio ya había saboreado las propuestas de bodegas González Palacios (Sevilla), Fuentes del Silencio (León) y Rodríguez Sanzo (Toro) y Castuo Wines (Extremadura).
Como en Borgoña, primero fueron los tintos, con la excepción del primero, y después, el blanco, Señorío de Ibias 2019, un vino del que solo se embotellaron un millar de unidades, elaborado con paciencia y sin prisas en Cecos a base de alvarín. Fernández solo quiero trabajar con uvas autóctonas y rechaza para sí las demás, aunque algunas como mencía estén amparadas por la denominación de origen.
Explicó el joven bodeguero que toda regla tiene su excepción y la de Asturias es el suroccidente asturiano, con un clima propicio para el nacimiento de grandes vinos, aunque esta aún sea una verdad desconocida para muchos. Al caldo le acompañó una versión actualizada del «cocido asturiano», convertido en una suerte de tosta con fabes, oreja, manitas y zanahoria encurtida.
De Sevilla a Asturias, los ponentes trazaron los incontables pasos que trazaron a lo largo de los milenios la Ruta de la Plata, poniendo trago y sabor a los diferentes episodios que le han dado forma. Hubo tiempo para hablar del estaño y saborear Frasquito Reserva en Rama junto a unas castañas a la importancia; para disfrutar de Arroyo del Cabrito acompañado de pan ácimo de bellotas con cabra y muslum; para recordar a ovejas y pastores con un ravioli de mora y queso zamorano maridado con Las Tierras Extintas 2010 y también para disfrutar de Las Quintas 2016 y sorprenderse con un risotto de semillas de pimiento y pimienta de agua. «Roma hizo Hispania por el oro, la Revolución Industrial se hizo por el carbón y el vino es fruto líquido de la tierra», detalló Centelles para presentar el vino asturiano.
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