A. RANERA
OVIEDO.
Jueves, 14 de diciembre 2023, 00:48
«El principal problema que yo tengo para poder formarme es el tiempo», contaba ayer Lola Palacio, la metre de Alenda. Por eso, cada vez que encuentra el momento, se va a «visitar bodegas, a hacer catas o a escuchar 'podcasts'» para intentar seguir aprendiendo.
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Como ella lo hace Iván Vázquez, el copropietario de la coctelería Mala Saña, quien confesaba que, en sus inicios, «las ganas y la ambición» lo empujaban a «empezar la casa por el tejado». Para evitarlo, invirtió su tiempo y su dinero en formarse y prometía, durante la charla, que para su local busca «personas por encima de profesionales». Tanto es así que ellos tienen «un manual para que los nuevos empleados entiendan nuestra filosofía, nuestra manera de trabajar, la educación y la limpieza porque, antes de saber sobre destilados, tienes que saber tratar al cliente».
Estaba de acuerdo Miguel Gayo, responsable de Golfo Gijón, una vermutería, en la que están en constante evolución. «Yo creo en el reciclaje permanente, nadie lo sabe todo», decía, convencido de que «hay gente que no avanza», pero hay que dar pasos hacia delante y mantener siempre la motivación.
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