OVIEDO

Street Bar

Hace cuarenta años, antes de las grandes cadenas, este espacio de estética y gastronomía useñas, amplió al siempre holgado cosmopolitismo carbayón

Jueves, 7 de abril 2022, 11:02

Aparece casi tal cual en American Grafitti, difusora de la estética rockera, y podría ubicarse por cualquier rincón californiano con los Doors, los Eagles o Gratefoul Death de fondo. Pero nació ovetense e «innovador de la comida rápida hecha con lentitud y cariño», acota Carlos.

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STREET BAR

  • Dirección: Catedrático Miguel Traviesas, 5 - Oviedo

  • Teléfono: 985 23 30 88

  • Cocina y sala: Carlos Boto Ramírez

  • Equipo: Damián, Rebeca, Armando, Gloria y Andrea

  • Apertura: 1983

  • Descanso: ningún día

  • Media a la carta: 20 euros

El caso es que, desde su apertura, se convirtió en un 'american hamburguer' carbayón 'avant la lettre', donde los personajes de Grease harían juego: colores vivos, tapizados brillantes, cristaleras amplias, neones luminosos, imaginería icónica, taburetes fast-food, sofás afrontados slow-food, cervezas bien pulsadas y constataciones gráficas de que la vecina N-635 aquí deviene en Route 66. Fue ocurrencia y trabajo de Ramiro Boto, tinetense de Tablado, que trabajo en Madrid para un restaurante de gringos, y aprendió a guisar las hamburguesas según dictan las barras y estrellas. Retornado, pasó de la noche en la discoteca Bombé a esta innovación, y tras media vida nos dejó desgraciadamente hace dos años. Para entonces su hijo Carlos, allí crecido, había tomado el timón. Siempre echaremos de menos a Ramiro, encantador, inteligente e introductor de un estilo mil veces copiado. No obstante Carlos vigila que todo el legado continúe 'rockin around the clock'.

En el entorno

Villa Magdalena. Antes Villa Julia, casona de Victoriano Campomanes, empresario de éxito a finales del XIX. Allí vivió con su esposa, Julia López de Letona, pronto fallecida, por lo que la tristeza le hizo vender en 1908 el lujoso hogar alzado en 1903. Su terreno, enorme entonces, con jardín, huertas y pomaradas, amurallaba alto, casi hasta el jacobeo Lavapiés purificador, la carretera a Galicia o el 'Camino primero'.

Nido de champiñones

Para dos comensales

- 8 champiñones de gran calibre - sal de ajo - 1 huevo batido - pan rallado - aceite de oliva extravirgen

- Para la salsa alioli: 1 diente de ajo - 1 huevo-aceite de oliva suave - 1 ramín de perejil.

Elaboración

1. Elegidos los champiñones, todos de gran calibre, separamos cuidadosamente el sombrero del tallo tirando con la mano, y ya bien limpios, pelamos la primera capa de los sombreros de adentro afuera.

2. Los sazonamos con sal de ajo.

3. Rebozamos (siempre sólo los sombreros)en huevo y pan rallado.

4. Los freímos moviéndolos hasta que queden bien dorados de manera uniforme.

5. Los sacamos y dejamos escurriendo mientras preparamos la salsa alioli.

6. Elaboramos una salsa alioli clásica triturando un diente de ajo picado, un huevo y el aceite de oliva necesario para que cuaje y tome consistencia.

7. Ayudados con una cuchara, rellenamos los huecos de cada tallo con el alioli.

8. Al servirlos decoramos por encima con perejil fresco picado.

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