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Familiar, cuidadoso, sabroso, modesto. Y de toda la vida, que continúa bien presente en la memoria lejana de quienes nacimos mediado el siglo pasado: sus huevos con puntilla, tiernas y crujientes patatas fritas, además del levemente picante chorizo, ciento cuarenta pesetas; menos de un euro ... pan, vino y gaseosa incluidos.
Dirección: Ezcurdia, 54 - Gijón
Teléfono: 985 36 90 25.
Gerente y cocinera: Sandra Yanet Bentivoglio Core.
Sala: Maite Rodas y Brenda Rodas.
Se llamó primero Bar Sariego, ya que los dueños eran del concejo de San Pedrín; bastantes años después, cumpliéndose el ciclo de las jubilaciones, pasó a Bar Tineo, que los tinetenses Ángela y Luis, con su hijo José Luis, lo condujeron varias décadas para disfrute de quienes, además de potes o callos, podían disfrutar de un comedor amplio con patio abierto y merendero en pleno corazón del barrio de La Arena. Allí solía compartir mesa y conversación con Esperanza Sorribas, la poetisa de las palomas, una habitual; o con El Sorni, conde de Cimadevilla y marqués de Santa Catalina. Pero el caserón que cubría tan literarios y aristocráticos recuerdos, fue derruido. Lo sustituyó un edificio moderno, y el Tineo regresó sin espacios tan venerables.
Ingredientes. 10/12 chipirones. 1 o 2 dientes de ajo. 1 cebolla. 1 tomate. Harina y huevo para rebozar. 1 vaso de vino blanco bueno. 1 hoja de laurel. Sal. AOVE.
1. Limpiamos los chipirones retirando los tentáculos, cortando las aletas y dándoles la vuelta de dentro a fuera como si se tratara de un calcetín. 2. Lavamos bien bajo el grifo. 3. En una sartén con poco aceite sofreímos, muy cortadinos, el ajo y la cebolla. 4. Añadimos el tomate natural rallado. 5. Mientras se guisa la salsa, rellenamos y volvemos del derecho los chipirones. 6. De relleno ponemos, cortado en dadinos pequeños, los tentáculos y las aletas. 7. Además, para darle más volumen a cada pieza, cortamos también en dadinos pequeños un par de chipirones extra o –mejor por el contraste– la carne de un calamar. 8. Rebozamos los chipirones en harina y huevo; en caso de que necesiten más sellado, clavaremos un palillo donde la abertura. 9. Tras añadir a la salsa un vaso de vino blanco y el laurel, distribuimos los chipirones y dejamos que guisen alrededor de un cuarto de hora. 10. Servimos el preparado al momento.
Una nueva jubilación trajo consigo otro cambio de propiedad en 2019, poco antes que la pandemia irrumpiera. A pesar del duro comienzo y sucesivos frenazos, cuidando y respetando el prolongado crédito, Sandra, una montevideana que aprendió cocina en su Uruguay natal, también en Buenos Aires y, saltado el charco, en Barcelona, La Felguera y finalmente Gijón, pone con sus hijas ilusión y esfuerzo: «quise dedicarme a la gestión, que también estudié, pero Asturias ofrece pocas salidas», se sincera.
El cocido de garbanzos de los martes, el pote de los miércoles, los moros y cristianos de los jueves, las lentejas de los viernes, el hígado encebollado, los callos, el pitu de caleya, los bocartes y parrochinas, y otros clásicos eternos a precio módico, guisados y servidos a la casera, dejan claro que no obstante la escasez de alternativas, eligió una a la medida.
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