Pedro y Susana, tercera generación de la familia al frente del local. Paloma Ucha
Villar (Luarca)

Restaurante Los Jardines de Marisol

En el recoleto Villar, a escasos kilómetros de Luarca capital, une jardines y comedores entre casonas de indianos y fue local frecuentado y favorito de todo un nobel, Severo Ochoa

Sábado, 21 de octubre 2023, 09:10

Carretera de Villar hacia el faro atravesamos las casonas construidas con capitales portorriqueños y cubanos por algunos aldeanos que, tras irse menesterosos, volvían ricos y generosos. A cada lado de Jardines de Marisol, ampliando los verdes propios, el abandono llena de con la triste belleza ... de sus árboles y malezas, las verjas y corpachones de Villa Teresa y Villa La Barrera. En cambio Jardines de Marisol despliega caminos interiores, setos, pláganos, zona de juegos, terrazas, merenderos y comedores, uno de barra y otro formal, todo acristalado y luminoso. El plural de 'jardines' se justifica.

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Los Jardines de Marisol - Luarca

  • Dirección: Calle Villar, carretera del Faro, 60

  • Teléfono: 985 64 00 45

  • Propietarios, cocina y sala: Pedro Luis Suárez Caloca y Mari Ángeles Cano Antón

  • Web: jardinesmarisol.com

La parcela, adquirida por los abuelos de Pedro, tuvo baile y discoteca, cestas y fiambreras antes que carta elaborada muy del gusto de Severo Ochoa, cuya calle y casa queda justo doblando la esquina. Con apertura allá por los cincuenta, bajo continuas mejoras y ampliaciones, lo de Marisol vino por acrónimo familiar, pero el mar queda vecino y el sol brilla si toca.

Calamares de Luarca en tinta

Ingredientes:

1 kilo de calamar fresco de la rula luarquina, 3 o 4 cebollas, 1 ajo picado, las bolsas de tinta de los propios calamares, 1 vasín de vino blanco. Aceite de oliva virgen extra.

1. Limpiamos los calamares cuidadosamente.

2. Les retiramos las bolsas de tinta, sin romperlas, que reservamos.

3. Cortamos sus cuerpos en tacos.

4. Picamos las cebollas en trocinos finos, igual que el ajo, y lo salteamos y pochamos a fuego lento en aceite de oliva extravirgen.

5. Ya el sofrito tierno, incorporamos los tacos o trozos de calamar, la tinta y un buen chorro de vino blanco que dejamos reduzca.

6. Todo debe guisar a fuego lento sobre una hora más o menos.

7. Ya en su punto, se suelen servir con arroz blanco recién hecho, o con cuadradinos de patatas fritas.

¿Y de comida? Todo lo que asa una parrilla adquiere rango de arte, y casi existe un club de amantes de los fierros y brasas controladas por Pedro, que dora y preserva con certeza. ¿Carnes? Asturianas de Valdés. ¿Pescados? De la rula luarquina. Aparte de este modo en fuego vivo, los guisos a fuego lento preparan calamares en tinta con arroz, revueltos de langostinos con oricios o setas, paellas, potes, arroces con carne, pescados de roca, pitu con arbeyos y, además de otras alternativas, pulpos, cachopos y bonitos que poseen jornadas propias.

«Mi abuelo José Ramón adquirió la finca y levantó un merendero y una sala de fiestas; mis padres, José Luis y María del Carmen, ampliaron, y yo, que nací y crecí aquí, lo reformé con la imprescindible participación de Susana, mi mujer. Pese a la complejidad del local y las indudables fatigas que produce tenerlo siempre impecable, seguir nos llena de satisfacción y orgullo», señala Pedro.

El otoño, apaciguadas las saturaciones veraniegas, pone colores dorados y tranquilidades en la etapa jacobea que nos bordea, mientras la temporada ofrece nuevas especialidades al peregrino de paladar exigente.

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