El restaurante y hotel Narbasu abre una nueva temporada centrada en la economía circular y el empleo local

Su propuesta es potenciar un entorno sostenible donde quienes se acerquen puedan disfrutar de la tranquilidad, la naturaleza y la gastronomía. «Pasar un buen rato con familia y amigos, en un ambiente acogedor, compartiendo platos sencillos y sabrosos. Quedarse a dormir para alargar el momento y despertarse sin prisas». Es su ofrecimiento.

Narbasu, que abrió sus puertas el pasado mes de julio, está pensado como un restaurante respetuoso y abastecido con su propio huerto y con los productos de la zona o de los alrededores.

Se ofrece una cocina que recuerda a las primeras cartas de Casa Marcial, pero en un lugar privilegiado: un Palacio del siglo XIV, entre el río y las montañas, donde prevalecen el sosiego y la hospitalidad. Esa es la seña de identidad de la familia, aseguran ellos mismos.

El restaurante ofrece servicios de comidas y cenas, de miércoles a domingo, y el hotel, que dispone de 23 acogedoras habitaciones, dispone de alojamiento de miércoles a sábado, excepto durante los meses de julio y agosto, que permanecerá abierto ininterrumpidamente.