Oviedo

Restaurante Giro 360º

Y si bien, volviendo al tema que nos mueve, supo Ruth de la existencia de Asturias por tener aquí familia, tardó en descubrir que su Oviedo, ciudad con gran dinámica cooperativista y cultural, tenía un homónimo europeo, originario y lejano, donde, casualidad de casualidades, terminaría viviendo. Y con Alex y Cristopher, su pareja e hijo, voló de Oviedo a Oviedo, y pasó de ovetense a ovetense, eligiendo de inmediato la hostelería por espacio laboral.

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Bacalao al horno con cebolla caramelizada

Ingredientes: 2 lomos de bacalao. 2 patatas medianas. 2 cebollas grandes. 1 chorrín de vino blanco. Romero. Tomillo. Oliva extravirgen. 1 cucharadina de azúcar. 1 chorrín de vinagre de Módena. Sal.

1. Precalentamos el horno, incluido el gril, a 180ºC. 2. Pelamos las patatas en rodajas panaderas. 3.Las ponemos en el fondo de una bandeja de horno. 4. Vertemos sobre ellas el vino blanco, y distribuimos unos trocinos de romero y tomillo frescos. 5. También salpimentamos (la sal depende del bacalao que usemos). 6. Por último vertemos un chorro de aceite de oliva. 7. Metemos las patatas en el horno sobre veinte minutos. 8. Sacamos la bandeja, colocamos sobre las patatas ya casi horneadas los lomos con la piel para abajo, les rociamos otro chorrín de oliva, también salpimentamos, y retornamos la bandeja al horno sobre otros veinte/treinta minutos atendiendo a su color dorado. 9. Aparte, mientras hacemos el bacalao, en una sartén con un chorrín de oliva pondremos las cebollas cortadas en juliana a fuego muy lento y revolviendo cada poco. 10. Una vez quede la cebolla transparente, echamos una cucharadita de azúcar, ponemos el fuego fuerte, revolvemos, y vertemos el vinagre de Módena. 11. No dejamos de revolver la cebolla, y una vez tome color, la reposamos y le retiramos la salsa que generara. 12. Emplatamos el bacalao en el centro, las panaderas alrededor, y adornamos con un toque verde.

Tras trabajar para otros decidió disponer de su propio sitio, y lo encontró en plena ruta de los vinos, con terraza incluida ante la soleada calle peatonal, y espacio interior moderno y enrrollado, de mesas altas, tresillo tertuliano, barra provista y detalles gratos. Y anotemos, antes que las visitas, cacharro a cacharro y cita tras cita, añadan el característico ambiente nocturno que luce esta zona carbayona, un menú del día que nos fortaleció y satisfizo: de primero tomate con queso fresco, pote asturiano o espagueti carbonara, de segundo ternera guisada con patatas, cachopín de lomo y bacalao al horno con pisto, complementos aparte. Sentados ante una tarde plateada, cálida y nubosa, y sin tubos de escape cerca, los trece euros de cada menú salían muy a cuenta. Habrá que volver y probar los chipirones a la plancha la rueda de tortos, el provolone con jamón crujiente, los cachopos, las sartenes y la honradez y acogimiento de un sitio donde, ovetenses procedentes del Trópico de Capricornio, tan Henry Miller, nos cocinan como ovetenses de La Regenta.