Mario Céspedes y Conchi Álvarez abren en Málaga su cuarto Ronda 14

Ronda 14 llega a Málaga. El espacio que en 2011 abrieron Mario Céspedes y Conchi Álvarez en Avilés continua su expansión con su original propuesta gastronómica, que fusiona la cocina nikkei y la asturiana. Los restauradores suman así su sexto restaurante, en esta ocasión en el extremo opuesto del mapa.

El espíritu aventurero de la pareja, ella de aquí y él limeño, les llevó a replicar su propuesta asturiana en Madrid. Primero, llegó el local del barrio de Salamanca. Triunfó. A continuación, Cilindro, de nuevo conjugando sabores arraigados en Perú y adquiridos en Asturias pero con más fondo.

El nombre del espacio evoca el horno tradicional de leña empleado para ahumar y brasear carnes y pescados, y su versión moderna es el alma y principal motor de este restaurante en el que el uso de salsas y reducciones caseras es también enseña.

Apura, en Madrid de nuevo, es su apuesta más canalla. Soñaba Céspedes con tener una pequeña sanguchería al estilo de las que proliferan en las calles de su Lima natal y Conchi se emocionaba pensando en los desayunos de pan con chicharrón que disfruta cuando acompaña a su pareja al otro lado del mapa. Convirtieron fantasía en realidad.

Antes de desembarcar en Andalucía, Ronda 14 hizo fonda en Pozuelo y también se apuntó al catering. Los bocados que conquistaron Asturias son ahora placer de muchos: el ceviche, el tiradito, las gyozas criollas o los cachopinos de ternera con queso de cabra y setas. No falta el sushi y son ya clásicos los gunkan de huevo trufado, el nigiri-hamburguesa de wagyu, rocoto y queso azul o el mar y montaña, en el que langostino y carne roja van de la mano.

¿De dónde viene la inspiración? Mario Céspedes y Conchi Álvarez se encontraron en Asturias, adonde llegó tras pasar por algunos de los mejores restaurantes de un país - El Celler de Can Roca, Kabuki, Ramón Freixa- al que había llegado para ampliar su bagaje culinario. Se enamoró de la despensa, de los sabores y también de Conchi, un prodigio en sala.

Juntos comenzaron a volar y la Costa del Sol es el nuevo destino. En el número 3 de la calle Luis de Velázquez, su nuevo proyecto, en realidad el mismo pero replicado, ocupa un local de 160 metros cuadrados con una amplia terraza. Cambia la decoración, cambia el equipo de sala pero resiste el concepto; también los piqueos, las causas o el arroz trufado con carrilleras.

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