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Rodrigo Suárez, en la barra del popular establecimiento avilesino. MARIETA
Sidrería Casa Lin
AVILÉS

Sidrería Casa Lin

Este es un chigre de pinta, culín y guisos sabrosos y poderosos que ya cubre tres siglos. Y si no se acaba el mundo, serán cuatro

Jueves, 18 de marzo 2021, 10:02

Hace cinco años comenzábamos el artículo sobre casa Lin así: «Ciento veintiséis años; tanta edad pesa poco cuando no se ahorran cuidados, proyectos y ampliaciones». Hoy sólo cambiamos las tres primeras palabras: los ciento veintiséis pasan a ciento treinta y uno.

El resto sigue: en ... cuanto a los cuidados no ya los de siempre, que en atenciones y alimentaciones marcan ejemplo, súmense ahora los comunes de la pandemia, que rebajan los escanciados continuos a pie de barra, los tapeos felices y táctiles y los saludos de manos tendidas y labios contra mejillas, música habitual. Pasando a los proyectos, el principal trata de que el barco cruce ligero y decidido esta tormenta que oscila entre lo malo y lo peor. Y sobre las ampliaciones, el Llagar de Lin, en el portal vecino, pronto reabrirá para menús, ahora que las espichas -¡quién lo diría!- ejemplifican lo ilegal, lo antihigiénico y lo subversivo.

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