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Las ensoñaciones de Carpanta, el icónico personaje que creó el genial Josep Escobar, las protagonizaba un humeante pollo al horno. El hambriento protagonista naguaba recreando el placer de disfrutar de pechugas, muslos, alas...royendo la carne hasta alcanzar el hueso.
Los pollos al horno han sido tan típicos en los hogares españoles como el arroz del domingo. Los asadores contribuyeron a instaurar su consumo; bastaba acercarse a uno para llevarse una pieza a casa, sin necesidad de invertir tiempo en cocina. Socorrido, suculento y sustancioso.
El año pasado, consumimos en el país la friolera de más de 360.000 toneladas pollo. España es, además, el segundo productor europeo, solo por detrás del Reino Unido. Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía y Galicia concentran la actividad.
El pollo asado se disfruta al momento y también en diferido porque con sus sobras puede obrarse la magia entre fogones. De nuevo la cocina de aprovechamiento sale al rescate para evitar un desperdicio que daña al planeta y contribuir a la estabilidad de la economía familiar, que ha visto dispararse en poco más de un año el precio de la cesta de la compra. Con lo que antes llenabas un carro ahora apenas rebosa la cesta.
De las croquetas a la sopa, de la ensalada centenaria al plato oriental, con estas seis recetas podrías prolongar durante toda la semana el disfrute del pollo del domingo.
La ensalada que nació hace un siglo en Tijuana a manos de un emigrante italiano es hoy replicada en todo el mundo. La receta inicial obviaba el pollo pero éste se convirtió con el paso de las décadas en elemento fundamental para dar al plato un contenido más proteico. Desmenuza los restos de carne e incorpórala al resto de ingredientes Te damos esta opción para los celiacos.
Un clásico que permite viajar a la infancia y emular a las madres y abuelas de antaño, que criaron generaciones a base de bechamel y pan rallado. La cremosidad, el crujiente rebozado, calidad de los ingredientes y la mano del cocinero distinguen la croqueta anodina de la sublime pero el bocado sencillo es todo menos simple.
La carcasa del pollo, condenada a acabar en la basura, puede ser convertida en protagonista de un caldo de intensísimo sabor con el que disfrutar de una sopa reconfortante o cocinar infinidad de platos a los que dar un toque especial del arroz, al ramen, las cremas o las salsas. Incorpora verduras y dale tiempo a la cocción.
El cocinero Julius, famoso por elaborar recetas rápidas en televisión, se daba 22 minutos para culminar este plato a base de pollo -que él salteaba en la sartén, paso que puedes ahorrarte con las sobras- queso crema, mahonesa, nueces, limón, sal, pimienta y aceite de oliva. En menos de diez, tú puedes tenerlo listo.
Es uno de los sándwich más populares en las cocinas del mundo. Servido en triangulitos, entre las rebanadas de pan de molde bañadas en mantequilla y pasadas por la plancha se alojan jamón cocido, queso emmental, la pechuga de pollo, el beicon, la mahonesa, el tomate y la lechuga. Se suele servir ensartado en un palillo largo.
Un clásico cuando la gripe acampa o en el hogar o cualquier virus estomacal hace presencia. Reconfortantes, de nuevo su sabor permite viajar al pasado porque muchos se criaron a base de esta sopa cuando el cuerpo demandaba dieta blanda. Al pollo desmenuzado se suma el caldo, el arroz, puerro, zanahorias y huevos duros. La receta clásica puede actualizarse incorporando cilantro o lima, que le aporta un toque cítrico.
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Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
Clara Alba y José A. González
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