El antroxu se celebra en la calle y se saborea en la mesa, donde la fiesta del color y la diversión ha llegado a definir un menú propio. En carnaval no pueden faltar el pote y los derivados de la matanza del gochu, si bien ... la dulcería popular particular de cada zona del mapa es la que se lleva la palma.
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Los frixuelos, les casadielles y les picatostes estarán indiscutiblemente presentes en los menús que decenas de establecimientos de toda la región ya han comenzado a ofertar, aunque el pistoletazo de inicio oficial de las celebraciones se de hoy, jueves de comadres. Sus propuestas se prolongará tanto como lo haga la fiesta.
No deja de llamar la atención un aspecto de esta fiesta, para la que si bien vestimos y nos caracterizamos tirando cada año de un plus de imaginación, en lo que se refiere al mantel optamos por mantener la tradición. En la cocina de carnaval solo hay pequeñas innovaciones que dan una vuelta a los clásicos sin cambiarlos demasiado.
Ingredientes. Para la masa: 250 ml. de leche, 100 gr. de harina, dos huevos, una cucharada de azúcar, una pizca de sal y un poco de aceite. Para el relleno: 130 gr. de arroz, un litro de leche entera, dos cucharadas de azúcar, 250 gr. de mantequilla, una pizca de sal y canela.
- En un bol, batimos los huevos y añadimos leche, azúcar y sal, y volvemos a batir. Incorporamos poco a poco la harina y removemos. Dejamos que la masa repose en lugar fresco durante una media hora.
- En una sartén antiadherente, ponemos una gota de aceite y echamos una fina capa de masa extendiéndola por toda la superficie. Freímos durante un par de minos y le damos la vuelta.
- Repetimos el proceso hasta que se acabe la
masa y rellenamos con el arroz con leche.
Un ejemplo claro está en los frixuelos. Esta masa hecha con harina, leche y huevo, y en algunos casos también con alcohol y ralladuras cítricas, de textura semilíquida que se fríe con paciencia y destreza a partes iguales ha empezado a servirse de manera diferente. Si antes tras freírlos lo que se hacía era espolvorearlos con un poco de azúcar para crear una especie de almíbar, lo que se estila ahora, y cada vez coge más fama, es rellenarlos. Entre las muchas posibilidades de 'disfrazarlos', la del arroz con leche es la favorita por aquello de multiplicar la asturianía sin renunciar a ningún clásico. Así es como los sirven, por ejemplo, en la gijonesa Peces de Madera. Lo que no cambia su esencia es su léxico: puede llamarlos frixuelos, fiyuelos, fraisuelos, freisolos, frinsuelos o filloas, que su elaboración y resultado permanecen inmutables.
Les casadielles empiezan el año compartiendo mesa con los turrones y los polvorones, y lo continúan coincidiendo con el antroxu. Se trata de un bocado delicioso, pero contundente, porque es una masa rellena fundamentalmente de nuez, azúcar y anís. En La Dársena (Avilés), su jefe de cocina, Rubén Junquera, la redondea con un chorro de miel, y opta tras formarlas por freírlas como se ha hecho toda la vida si bien de un tiempo a esta parte también se estila terminarlas en el horno.
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Ingredientes. Para la masa: 250 ml. de leche templada, 250 ml. de aceite de oliva, cucharadita de sal, 500 g. de harina y 50 g. de levadura prensada de panadería. Para el relleno: 1 kilo de nueces, 250 g. de azúcar, una copita de anís, 2 huevos y 3 cucharadas de miel.
- En la taza de leche templada, disolvemos la levadura. Hacemos un volcán con la harina y, en el centro, ponemos el resto de los ingredientes. Amasamos del centro hacia fuera hasta formar una masa lisa y homogénea que dejamos reposar de 5 a 6 horas.
- Para el relleno, echamos en un bol las nueces peladas y ligeramente molidas, azúcar, anís, huevos y miel. Unimos todo con una cuchara de madera y reservamos.
- Estiramos la masa con ayuda de un rodillo de cocina y cortamos cuadraditos de 12x12cm., aprox. Ponemos en el centro de cada uno una cucharada generosa del relleno y lo extendemos ligeramente con una cuchara. Cerramos con forma de cilindro y 'pisamos' los extremos con un tenedor.
- Freímos a fuego medio en una sartén con abundante aceite y sacamos a una fuente con papel absorbente. Opcionalmente, espolvorear con azúcar y canela molida.
Les picatostes son las torrijas de los asturianos, aunque fuera del Principado se identifique a los picatostes con los curruscos. Y un postre de aprovechamiento en el que se da un uso al pan que se quedó duro. Fundamentalmente, las torrijas son rebanadas de pan remojadas en leche, pasadas por huevo, fritas y terminadas con canela y azúcar espolvoreados. Mary Fernández, del ovetense restaurante El Fartuquín, Mención Especial Antroxu 2022, las prepara, además, defendiendo la apuesta de su establecimiento, en el que no entra gluten.
Ingredientes (5 unidades). Una barra de pan sin gluten, 500 ml. de leche, 3 cucharadas de azúcar, la corteza de un limón, un palo de canela, huevo, aceite y azúcar glas.
- Cortamos el pan en rebanadas gruesas y las dejamos a remojo dentro de una olla en la que p reviamente calentamos azúcar, canela y corteza de limón. Hace falta que el líquido cubra bien las rebanadas.- Cuando empapen, pasamos por huevo batido con cuidado de que no rompan y freímos en aceite caliente. Retiramos a papel absorbente y espolvoreamos azúcar.
Los postres de carnaval ponen de manifiesto que la cocina dulce tradicional no se entendería sin harina, huevo y azúcar.
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