![Recetas: acelga para recomponerse tras las fiestas](https://s3.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/202101/07/media/cortadas/acelgas-yantar-k4LB--1248x854@El%20Comercio.jpg)
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JESSICA M. PUGA
Jueves, 7 de enero 2021, 10:39
Hubo un tiempo en que la acelga era uno de los ingredientes habituales entre quienes tenían huertas a su alcance, debido a su sencillo cultivo, parejo a su fácil adaptación a diferentes climas. Las mismas características que permitieron grandes producciones y convirtieron esta verdura en un alimento habitual y fundamental provocaron que quedara relegada a la reserva a medida que avanzaba el siglo XX y los gustos comenzaron a tender hacia lo 'gourmet'. La presencia de la acelga en las cartas y en las mesas de los hogares cayó paulatinamente hasta la actualidad, cuando sus mismas particularidades sumadas a la necesidad de abastecimiento de productos saludables y, en parte, económicos han propiciado que vuelva a formar parte importante de la dieta.
La acelga destaca por su escasa contribución calórica, su alto valor nutritivo y su gran aporte de minerales y vitaminas A, B y C al organismo. Sus características saludables la convierten en un ingrediente a tener en cuenta en cualquier momento, pero sobre manera ahora, que está en plena temporada -va pareja a los meses fríos del año, aunque empieza a conquistar los templados- y toca dejar atrás los excesos navideños y depurar el cuerpo.
Sus propiedades, a las que aún hay que sumar sus cualidades digestivas, laxantes y diuréticas y su bajo precio, se anteponen a su sabor, pues la acelga es principalmente insípida y manifiesta potentes toques de amargor. Por eso, el paladar de los más pequeños de la casa no está preparado para su consumo. Su secreto de cocina está en combinarla para contrarrestar su amargura, con el añadido de que se adapta a diferentes preparaciones y de ella se puede aprovechar todo.
Las hojas, las cuales son más duras y amargas en el segundo año de vida de la planta, son la parte más consumida, seguidas de cerca por las pencas o peciolos, es decir, los rabillos que unen las hojas al tallo. De estas gusta su suavidad y agradable textura a la hora de hincarles el diente. Incluso los tallos de la acelga tienen su público, sobre todo preparados al vapor y aliñados justo a la hora de consumirlos. Hasta las raíces de la Beta vulgaris var. cicla -su nombre científico- tienen salida, aunque sea lo menos habitual.
Las más habituales tienen el tallo blanco y hojas de intenso color verde, pero la paleta cromática que aportan las distintas variedades de acelga es mucho más amplia: las hay rosadas, rojizas, moradas, amarillas, naranjas y de diferentes intensidades de verde. Sus pencas pueden ser blancas, amarillas y hasta rojas. Aprovechar unas u otras amplía su espectro culinario, que va mucho más allá del clásico pote que templa el cuerpo cuando baja el mercurio.
Iván Martínez Villar, a quien le espera un 2021 de novedades, propone degustarla en una quiché y hacerla puré, un clásico, para acompañar un bacalao y unas verduras confitadas.
INGREDIENTES:
Para la masa quebrada: 250 gr. de harina de trigo (de repostería o floja), 125 gr. de mantequilla a temperatura ambiente, 100 gr. de azúcar glas o blanquilla, un huevo (70 gr.) y una pizca de sal.
Para el relleno: 500 ml. de nata, 300 gr. de queso crema, 80 gr. de acelga escaldada, 5 huevos, una cucharadita de sal y otra de azúcar.
PASOS:
-Para la masa quebrada, ponemos en un bol la harina tamizada y la mantequilla y mezclamos. Echamos el resto de ingredientes y mezclamos hasta conseguir una masa manejable. Le damos forma de bola y la dejamos en un bol tapado con papel film. Dejamos reposar en la nevera una hora.
-Enharinamos una superficie, colocamos la bola de masa y la aplanamos consiguiendo dos planchas del mismo tamaño. Colocamos una en un molde apto para horno.
-Para el relleno, juntamos todos los ingredientes en una sartén honda hasta conseguir una mezcla homogénea. Cuando esté, la colocamos en el molde. Cubrimos con la otra masa de plancha.
-Metemos el molde en el horno y lo dejamos a 180 grados durante 10 minutos.
La primera receta comienza con la elaboración de una masa quebrada, para lo que echa en un bol harina, «que mejor si es de repostería», y mantequilla a temperatura ambiente y mezcla antes de incorporar azúcar, un huevo grande y sal y volver a mezclar. Cuando el resultado es una masa manejable, la deja reposar en el frigorífico una hora antes de utilizar un rodillo de cocina para aplastarla y sacar dos planchas de idéntico tamaño. Una de ella irá en la base de un molde apto para horno y la otra, de tapa una vez volcado el relleno, elaborado con nata, queso crema, huevos, acelga escaldada (sumergida en agua hirviendo durante un breve lapso de tiempo), huevos y una pizca de sal y azúcar. Un golpe de horno a la hora del servicio será suficiente para acabar el plato.
Mayor elaboración y tiempo requiere la opción de pescado, pues por un lado se encurten las hortalizas, por otro se trabaja el lomo de bacalao a baja temperatura y aún por un tercero se prepara una crema de acelga con textura como de salsa carbonara, al llevar nata y un huevo.
INGREDIENTES:
Para la crema de acelgas: 100 gramos de acelga, 100 ml. de nata para cocinar y un huevo. Lomos de bacalao desalados, aceite de oliva, zanahoria, cebolla roja y acelga para encurtir con vinagre, azúcar, sal y, opcionamente, especias al gusto.
PASOS:
-Escaldamos las acelgas y las incorporamos a la nata. Trituramos, colamos y le añadimos un huevo batido para que coja textura de salsa carbonara.
-Confitar el bacalao a baja temperatura, a 70º durante 18 minutos, en una olla con aceite de tal forma que quede completamente cubierto.
-Pelar y picar en trozos medianos las hortalizas. Encurtirlas introduciéndolas en una olla con una solución de vinagre, azúcar, sal y, si se quiere, especias. Dejar que cueza suavemente.
-Colocar la crema en la base de un plato y, encima, el lomo de bacalao. Decorar con las verduras encurtidas troceadas.
Hacia el océano atiende precisamente la nueva carta del restaurante Kraken (Acuario de Gijón), con la que su responsable, Lara Roguez, y su equipo homenajean al mar de leva. En estas páginas, Roguez aprovecha para 'jugar' con la textura de la acelga y presentarla junto a una ensalada de verdinas y como ingrediente clave en una tortilla, dejando así clara la versatilidad que permite la verdura. La primera propuesta lleva un gel de acelga, para el cual cuece la verdura antes de triturarla y contrarrestar su posible amargor con sal, pimienta y azúcar. Juntarla con gelatina y reservar la mezcla en frío es lo que le confiere la textura. El plato termina con verdinas asturianas aliñadas y se culmina con brotes tiernos de acelga, queso feta y tomates cherrys.
INGREDIENTES (4 personas):
200 gr. de verdinas cocidas, algún queso ahumado o fresco tipo feta, tomates cherry, piñones, 125 gr. de acelga, una hoja de gelatina, 25 ml. de agua, 5 gr. de azúcar, aceite de oliva virgen extra, vinagre de arroz, sriracha o tabasco, sal y pimienta.
PASOS:
-Para el gel de acelga, picamos en tiras la acelga y la ponemos a cocer en agua hasta que esté blanda. Entonces la colocamos en un vaso para triturar. Rectificaremos de sabor con sal, pimienta y azúcar. Añadimos el agua y lo trituramos todo colándolo por un chino para evitar que queden fibras. Añadimos la gelatina hidratada y reservamos en frío hasta que se gelatiniza. Turmizamos añadiendo el aceite a hilo y volvemos a colar fino para acabar. Reservamos y, para utilizar, metemos en un biberón o manga.
-Colocamos las verdinas cocidas y aliñadas en un círculo y, encima, cherrys en láminas, queso y brotes de acelga. Rellenamos con el gel de acelga.
El detalle de la tortilla es que no está completamente cuajada. Poco después de poner los huevos batidos en la sartén, añade las setas previamente salteadas con nata y unas hojas de acelga morada.
INGREDIENTES (para 2 raciones):
Cuatro huevos, hojas de acelga morada baby, boletus edulis o seta shiitake, una cucharada sopera de soja y otra de azúcar, nata de cocinar, aceite, pimienta y sal.
PASOS:
-Salteamos las setas en trozos en una sartén con sal y pimienta y un toque de nata. Reservamos.
-Batimos los huevos, que usaremos para hacer dos tortillas pequeñas. Añadimos el azúcar y la salsa de soja. Salamos al gusto.
-Ponemos el aceite en una sartén y cuando esté bien caliente añadimos los huevos batidos y dejamos que empiece a cuajar por abajo. Aún con la superficie muy líquida, añadimos por encima, a gusto, las setas y las hojas de acelga morada. Apartamos del fuego y tapamos para dejar que cuaje un poco más, aunque buscamos una tortilla cuajada por abajo pero líquida por arriba.
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