Rafael Somonte, director general de Dominio de Tares
«Las zonas vinícolas del noroeste están encontrando su estilo»Rafael Somonte, director general de Dominio de Tares
«Las zonas vinícolas del noroeste están encontrando su estilo»JESSICA M. PUGA
Sábado, 22 de abril 2023, 12:26
El niño que se crió jugando entre depósitos de vino es hoy el director general y enólogo de Dominio de Tares (El Bierzo). Lleva casi una década al frente de una bodega que comercializa casi medio millón de botellas al año. Hoy participa, en Avilés, ... en la primera edición de Gastrosostenible, un evento que aúna gastronomía y sostenibilidad y la acerca al público.
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-Es de los enólogos que prefieren interferir lo menos posible en el proceso. ¿Por qué?
-Si no es necesario tocar nada, no creo que sea conveniente hacerlo; no se me ocurriría tomarme antibióticos sin estar enfermo.
-¿Nota los efectos del cambio climático a su zona?, ¿les está obligando a actuar diferente?
-Está, poco a poco y aunque parezca que no, cambiando muchas cosas no solo en el viñedo, también en las instalaciones. Nosotros estamos modificando muchos de los sistemas tradicionales de trabajo en el campo, por ejemplo con la godello, de la que se perdió buena parte el año pasado. Como es muy sensible al asoleado, estamos poniendo más vegetación junto a la planta que le de sombra. Y hemos instalado en la bodega placas solares para llegar a un 50% de autoconsumo eléctrico.
-¿Cuándo se dan cuenta de que hay que repensarlo todo?
-No hay un momento, es un proceso. En los últimos años también se está notando en lo que se produce, es decir, en el tipo de vinos que salen, que son cada día más alcohólicos y faltos de acidez, mucho más mediterráneos que los que antaño había en el noroeste.
-Están inmersos en convertirse en ecológico. La mitad de su producción ya lo es. ¿Para qué?
-Por un lado, es una imposición porque, a corto plazo, hay determinados productos y tratamientos que se venían aplicando tradicionalmente en el viñedo que van a dejar de estar disponibles. La Unión Europea lleva tiempo avisando de su prohibición. Esto, sumado a la conciencia propia y a que los consumidores son cada vez más exigentes respecto a las certificaciones de lo que compran, nos ha hecho tomar la determinación. Este es el tercer año con todos nuestros viñedos de godello y prieto picudo en ecológico. No podemos implementarlo de momento con mencía porque no está cultivada en grandes fincas, sino en muchos minifundios de muchos pequeños viticulores y es más complejo. Pero el futuro está en convertirlo todo en ecológico.
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-Quedémonos en la época de los abuelos, porque ahí es donde empieza su pasión.
-Me crié entre depósitos de vino y embotelladoras (Ríe). Como pasé tanto tiempo con mi abuelo y lo que le veía hacer me gustaba tanto, cuando empecé a estudiar Enología al cumplir los 18, poco más que me instruían en la base que llevaba de casa. Aunque cuando empecé iba enfocado a la sidra porque mi familia tiene pumares, pero es que el vino no se te despega.
-Su abuelo tuvo en Siero una planta de embotellado. O sea que sus inicios fueron recibiendo los graneles de prieto picudo que llegaban de León.
-Sí. Lo que había para dar de beber a tanta masa trabajadora, sobre todo en los 50 y 60, era lo que llegaba a granel. Había un embotellador de vino en cada pueblo; nosotros estábamos en Valdesoto, pero había otro en Carbayín, en La Felguera, Sama... Entonces todos eran pocos para abastecer las cantinas. Con los años han ido cerrando los más pequeños y ahora no habrá más de ocho en la zona centro, eso sí, son embotelladoras grandes que hacen diferentes marcas.
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-¿España sigue exportando vino a granel?
-Muchos millones de hectolitros.
-Llegó a trabajar en la sidra. ¿Cómo ve el sector ahora?
-En cuanto a evolución, muy bien, pero aún queda un camino largo. La exigencia del consumidor todavía es escasa y se debería consumir mucha más sidra elaborada con manzana local. Yo siempre demando DOP para garantizar que no se ha elaborado con manzanas de fuera.
-Empezó en 2014 a elaborar en Dominio de Tares. ¿Por dónde dibujó el camino?
-Casi todas las regiones hemos pasado de unos primeros 2000 en los que se preferían vinos muy corpulentos, con mucho grado alcohólico y presencia de crianza y de madera a un presente en que cada zona, y sobre todos las del noroeste, vamos buscando nuestro estilo en función de la climatología distanciándonos del común de los vinos mediterráneos españoles. La transición ya es palpable, referencias con menos graduación, una presencia de madera más equilibrada...
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