«Este premio nos hace profetas en nuestra tierra»

Suyo es el premio a la innovación, aunque Coalla defiende y pregona no haber sacado nada nuevo de la chistera. «Nosotros nos adaptamos continuamente a los tiempos. Lo único que hemos hecho ha sido recuperar tradiciones, que no deja de ser otra forma de innovar», explicó, al tiempo que hizo hincapié en el modelo de los clásicos bares-tienda que aún resisten en algún pueblo asturiano.

No quiso llevarse el mérito de renovar la despensa. «Yo no hice nada. Los responsables del resurgir de vinos y sidras asturianos fueron los pequeños productores, que se han matado a trabajar por sacar sus productos adelante. También pequeños elaboradores de queso y otros muchos productos que tenemos el orgullo de tener». Y continuó: «Asturias fue, es y será un bastión a conquistar por los 'gourmets' nacionales e internacionales».

Ramón Coalla quiso dedicar el premio a toda esa gente «sin la que nada de esto sería posible». Se refirió a las 90 personas, «amigos ya», que hacen Coalla, y también tuvo un recuerdo cariñoso hacia el personal que ha pasado por su organización a lo largo de los años. También agradeció la Caldereta que «nos hace profetas en nuestra tierra, y eso es muy difícil de conseguir» y a la hostelería que siempre le ha apoyado.

El premiado a la Innovación asoció el cambio de modelo de Coalla con el nacimiento de estas páginas, las cuales confesó tener como referencia. «Aún recuerdo cuando el director de entonces de EL COMERCIO, Francisco Carantoña, se sacó de la manga un suplemento gastronómico, algo inédito en España».