En los hogares españoles se desperdician más de 50 millones de kilos de pan cada año. Bajo esa premisa y para corregirla empezó en pleno confinamiento Panduru, donde Ana Marcos y Elena Fernández reutilizan el pan duro como base de galletas y pastas artesanales.
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Sus ... elaboraciones no llevan harina, la sustituyen por pan rallado, que es más difícil de manejar porque provoca una consistencia nada flexible que se rompe con facilidad y resulta muy pegajosa. «Nosotras no podemos utilizar el rodillo directamente sobre la masa, tenemos primero que enfriar las planchas en la nevera y luego trabajarlas con papel de horno mediante», explica Marcos.
Al consumidor le llega un producto con sabor, textura y propiedades diferentes, aunque todo depende en última instancia de las proporciones utilizadas y de cómo se presente el pan. En este obrador lo trabajan principalmente rallado –lo que aporta crujiente–, pero también le sacan provecho picado sin secar –que queda esponjoso– y tostado.
Darle una nueva utilidad al pan de días anteriores no es algo nuevo ni rompedor, es «lo que muyeres de generaciones anteriores hicieron toda la vida», resume Ana, refiriéndose a ellas como «nuestra inspiración». De su cultura del aprovechamiento salían platos de todo tipo: migas (con sus muchas variaciones geográficas), sopas de cebolla y de ajo, salmorejo, tortillas, curruscos para acompañar platos de cuchara y postres de todo tipo, desde torrijas a borrachinos y sopas de leche.
Ingredientes (para hacer 800-900 gramos):
- Tres huevos
- 400 gr. de pan rallado
- 250 gr. de mantequilla en pomada
- 300 gr. de azúcar
- ralladura de limón
- una pizca de sal
Elaboración
- Mezclamos a mano el azúcar con la mantequilla. - Añadimos los huevos y volvemos a mezclar bien.- Echamos el pan, la ralladura de limón y la sal y amasamos hasta que adquiera consistencia.- Extendemos papel de horno, colocamos la masa encima y la tapamos con más papel de horno. Estiramos con un rodillo para darle el grosor deseado y la dejamos reposar una hora en la nevera.
- La sacamos, retiramos el papel superior y utilizamos un moldeador de galletas para darles forma.
- Las colocamos en una bandeja engrasada y las metemos al horno a 180-190º entre 12 y 15 min.
Lo que las diferencia es la motivación: «Antes lo hacían para comer, porque no sobraba y ahora pretendemos prevenir el desperdicio y reducirlo porque realmente es un problema de gran impacto social, económico y medioambietal», además de «algo profundamente injusto, pues mientras unos tiran comida, millones de personas pasan hambre».
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Los tiempos y las necesidades han cambiado, y las responsables de Panduru reconocen que se les pasó por la cabeza al principio que el consumidor no entendiera el mensaje que promueven con sus elaboraciones. «Temíamos que, por el hecho de estar hecho con pan que iba a ir a la basura, no lo quisieran», recuerda Ana. Pero ocurrió al revés. tal vez porque muchos lo vinculan «a lo que veían hacer a sus güelas».
Ingredientes.
- Un queso atroncau roxu de Afuega'l Pitu
- 400 ml. de nata
- 370 gr. de leche consensada
- 200 gr. de azúcar
- 140 gr. de pan duro (rallado o picado)
- cuatro huevos
Elaboración
- Hacemos cachinos el queso y lo mezclamos en un recipiente con la nata. Batimos hasta que el queso quede completamente diluido.
- Ir añadiendo poco a poco el resto de los ingredientes (leche condensada, pan, azúcar y huevos) para que sea más fácil juntarlos en una batidora, pues tiene que quedar una masa homogénea.
- Cuando esté, la pasamos a un molde grande o moldes individuales engrasados previamente.
- Lo dejamos en el horno a 180 grados durante 45 minutos.
El proyecto unió a dos mujeres que se conocían de trabajar en el ámbito social, concretamente en proyectos de formación y empleo, donde fantaseaban con emprender, y hacerlo, además, acorde a sus valores: reutilizar, reciclar y centrarse en la cooperación y el territorio. Todas las ideas tenían que ver con trabajar con las manos, y la de trabajar con pan duro cuajó a distancia, en pleno confinamiento. Ninguna era cocinera ni repostera, pero Elena sabía la cantidad de pan que va a la basura cada año. «Hicimos una encuesta donde preguntábamos a panaderos cuánto pan se desperdiciaba; las respuestas arrojaron una media, solo en Asturias, de entre cinco y veinte kilos por día», cuentan. Hacen referencia solo al pan común, que es con el que trabajaban: «No trabajamos con ecológico, sin gluten ni de semillas porque ese tiene una producción mucho más controlada, del clásico, es muy difícil ajustar las producciones en las panaderías», exponen.
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Ingredientes (para hacer 500 gramos)
- 750 gr. de azúcar
- 750 ml. de nata
- 450 gr. de nuez (picada o en harina, al gusto)
- 400 gr. de pan rallado
- una pizca de sal
Elaboración
- Mezclamos muy bien la nata con el azúcar. Añadimos la nuez, el pan y la sal y volvemos a juntar hasta que quede todo integrado.
- Para trabajarla y ponerlas con la forma adecuada sobre una plancha de silicona en una bandeja de horno se puede: utilizar dos cucharillas de café para ir haciendo montones que queden bien separados por la superficie o una manga pastelera con la boca ancha.
- Hecho esto de cualquiera de las dos maneras, golpeamos la bandeja para que se expandan (por eso ninguna galleta es igual a otra).
- Las metemos al horno a 180-190 grados entre 12 y 15 minutos.
Panduru fue uno de las 70 iniciativas seleccionadas a nivel nacional para el programa EWA (Empowering Women in Agrifood), que apoya a emprendedoras agroalimentarias. Así el proyecto se trasladó a papel y, después, por la firme voluntad de sus hacedoras, a la realidad. «Aquel septiembre estuvimos en el mercado El Tenderete de Cabranes», recuerdan. Ahora tienen obrador en Gijón pero fue en Villaviciosa donde empezaron. Concretamente en la Panadería La Portalina, seleccionada entre las mejores de España. «Económicamente empezábamos de cero, así que hicimos un modelo de obrador compartido por el que nosotras trabajabábamos las horas que ellos no estaban e intercambiábamos alquiler por producto». Desde febrero de 2022 tienen sus propias instalaciones, pero el pan sigue siendo de La Portalina. «En Asturias el pan no queda duro, sino chicloso por la humedad, pero el horno ayuda. Cuando en La Portalina acaban de cocer el pan aprovechan el calor residual para secar el pan del día anterior o de dos días que luego rallan y nos traen. Así, bien conservado dura mes y medio tranquilamente».
Ahora buscan financiación para seguir creciendo: de su local salen unos 30 kilos de galletas a la semana (1.560 al año), de las que entre un 28 y un 30% es pan reutilizado, «con el crowdfunding 'Salva un sacu de pan' queremos maquinaria que nos permita reutilizar 1.300 kilos de pan al año».
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