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El nivel era alto. Ya lo venían advirtiendo desde la semifinal en Madrid. Cada vez se hacen mejores fabadas, tanto dentro como fuera de Asturias. Y ayer, en la gran final de Villaviciosa, los veintiséis restaurantes no decepcionaron. «Nunca pensé que íbamos a lograr este ... nivelazo», reconoció David Fernández-Prada minutos antes de anunciar al ganador de la última edición de 'La Mejor Fabada del Mundo'. Cocina Cabal, de Oviedo, se alzó con el ansiado título en la que fue segunda participación en el concurso. En la anterior también terminaron finalistas.
«No me esperaba para nada este premio, sobre todo por la competencia. Era casi imposible, pero poniéndole cariño y sentido común a lo que estas haciendo al final tiene recompensa», afirmó Vicente Suárez Cabal. Filosofía con la que trabajan cada día en su restaurante al fin de ofrecer «experiencias gastronómicas donde los sabores de cada temporada sean los verdaderos protagonistas».
En su restaurante, reconoció, no se hacen muchas fabadas, aunque «ahora habrá que hacerlas». Para él, el secreto está en cocinarlas con «cariño y escoger ingredientes fantásticos. No hay más». En segundo y tercer puesto quedaron en esta edición dos restaurantes gijoneses, La Gitana y La Bodega de Miguel. Mientras que el compango se fue para Águilas, Murcia, donde se ubica Casa Menéndez, elegidos también como mejor fabada de fuera de la región. Título que repiten por tercera vez. Su propietario, Bautista Menéndez, no dudo en aprovechar la ocasión para animar a todos los asistentes a acudir a su restaurante.
Sorprendidas y más que agradecidas por el premio, subieron al escenario las propietarias de La Llosa de Oles, en Villaviciosa, donde preparan la mejor fabada local. «¡Por fin!», dijeron al recoger el galardón. Por último, la mejor fabada de menú fue para Río Astur (Gijón). Esta categoría no se disputó en el día de ayer, sino que un jurado secretó realizó dos inspecciones a los distintos participantes a lo largo de los últimos meses. Porque éste es uno de los grandes hitos del concurso. Los finalistas se eligen a través de degustaciones secretas por un jurado que va variando.
«Esto es para valientes», afirmó Fernández-Prada, quien quiso tener también una mención especial para todos los participantes de fuera de la región a los que «admiro, valoro muchísimo y respeto. No se me ocurre mejores embajadores que vosotros».
Esta fue, además, una edición especial, ya que por primera vez una mujer presidió el jurado.
La cocinera Elena Arzak calificó su experiencia como «muy interesante. He aprendido lo que otros en cinco años. Se come muy bien en Asturias y la fabada es una de las joyas, no os podéis relajar». También insistió en la importancia de «preservar todas las joyas que nos regala la naturaleza, que sea vuestro patrimonio y que pase a las siguientes generaciones. Para eso es importante este tipo de concursos».
Quien repitió en la final fue el periodista Pepe Ribagorda, al que Villaviciosa, sus gentes, su románico y su comida le gustan tanto que ya está pensando, bromeó, en empadronarse en el municipio maliayo. El concejo continúa hoy con Las Jornadas de Les Fabes con un mercado y showcooking.
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