Los hermanos Esther y Nacho Manzano, en Casa Marcial, que mantiene sus dos estrellas. JUAN LLACA

Manzano pierde estrella por el cierre de La Salgar, pero aspira a recuperarla en Oviedo con NM

La logística ha impedido a los hermanos reabrir su restaurante gijonés, pero trabajan a destajo en Narbasu y en el gran proyecto que abrirán en marzo en la capital

J. M. P.

GIJÓN.

Miércoles, 15 de diciembre 2021, 04:12

Que Gijón iba a contar con una estrella Michelin menos en su firmamento era, emulando a Gabriel García Márquez, una crónica anunciada. La Salgar, el restaurante que Esther Manzano dirigía junto al Museo del Pueblo de Asturias, no ha reabierto sus puertas desde que las cerró por la pandemia hace más de un año y medio, por lo que la decisión estaba tomada. Hay que tener en cuenta que la guía francesa distingue entre restaurantes que la pierden a juicio de los inspectores y negocios que no la pueden mantener por cierre, como es este caso.

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«Hablamos de una consecuencia lógica ante un restaurante que no tiene actividad», resume Nacho Manzano, que ayer asistió a la gala celebrada en Valencia. Él y sus hermanas, por lo pronto, están viendo cómo encauzarlo, barajando la posibilidad de cambiar el concepto y teniendo en cuenta que en las decisiones aquí intervienen tres partes contando, además, al museo y al Ayuntamiento de Gijón. «Por lo pronto, está en 'stand by'», concreta, sin fecha para empezar a vislumbrar algo de luz.

La coyuntura del grupo no se ha frenado en este tiempo pospandemia. La prueba está en que las decisiones empresariales tomadas en los últimos meses les llevan a dos aperturas que en realidad son tres. Una ya es una realidad que no para de crecer y además de restaurante en Piloña, de nombre Narbasu, es alojamiento, y la otra lo será en Oviedo muy pronto. «Se trata de un proyecto muy chulo que se llamará Nastura», adelanta el único chef con dos estrellas Michelin que hay en Asturias. Será un concepto desenfadado y divertido de comida de calidad, sencilla y con mucho producto de temporada, brasa, horno de pizza, una terraza climatizada de 400 metros cuadrados y un interiorismo muy mimado. Nastura, además de poder poner música amplificada, guarda otro secreto de nombre NM que verá la luz en marzo. «Se trata de un proyecto autónomo, totalmente independiente y con entrada propia a una habitación de unos 80 metros cuadrados donde se servirá alta cocina. «Esperemos estar celebrando algo bueno dentro de uno o dos años por estas mismas fechas. El tiempo lo dirá», dice Manzano haciendo un guiño a la guía francesa.

Su otro nuevo proyecto, Narbasu, está en Cereceda y lleva abierto desde verano. «Remodelaremos la instalación en enero», apunta de un proyecto «nuestro, en el que estamos dibujando lo que queremos que sea». De hecho, lo que otrora era el campo de golf del Palacio de Rubianes ha empezado a ser huerta lista para sembrar. «Queremos que Narbasu sea un restaurante con personalidad propia y comida autoproducida, y al estar cerca de Casa Marcial los podemos vincular y formar un circuito que complete las experiencias».

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