Julián Castañón, cogiendo manzanas. CAROLINA SANTOS

«Se nos ha quedado la mitad de la sidra sin vender»

Julián Castañón al frente de sidra Castañón (Quintueles) ·

La previsión de crecer un 25% este año se les fue al traste por el coronavirus; en 2020 han comprado un 40% menos de manzana

JESSICA M. PUGA

Jueves, 26 de noviembre 2020, 12:03

La hostelería supone el 95% del mercado para Sidra Castañón. Con ella cerrada, está siendo un año difícil. Julián Castañón y su equipo han acabado la mayanza esta semana; su esperanza es vender toda la producción, incluida la que tenía que haber salido durante 2020 ... y no lo hizo por el coronavirus.

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-¿Cuánta sidra les ha quedado sin vender este año?

-La campaña anterior mayamos mucho porque teníamos la previsión de aumentar las ventas un 25% respecto a 2019. Entre eso, el cierre de hostelería y un verano sin verbenas y con aforos limitados, nos ha quedado la mitad sin vender.

-Este año es de poca cosecha, pero, aún así, ¿cuánta manzana de menos han comprado?

-Un 40% menos que el año pasado. Eso sí, los años que toca poca manzana, independientemente del virus, la campaña va muy lenta, por eso empezamos igualmente a mayar el 10 de octubre y acabamos ahora.

-¿Peor ahora o en primavera?

-Hay menos consumo ahora, pero noviembre siempre es un mes malo. En primavera, el primer mes hubo parón completo, pero luego hubo un ligero movimiento, 'peccata minuta', pero algo; ahora es que no estamos vendiendo nada.

-¿Por qué la sidra que se tomaba en las barras no se toma ahora en casa?

-La sidra es una bebida de bar más que de casa, porque te la escancian y ofrecen cada poco y estás en un ambiente especial y rodeado de amigos. El consumo de alcohol en casa es menor, de sidra y de todo. Salvo excepciones de un día de fiesta no es lo habitual beber como se haría fuera.

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-Sidra no, pero ¿ha notado repunte de otros productos con base de sidra como, por ejemplo, su vermú?

-Precisamente el vermú se vendió muy bien en el confinamiento, pero ahora ni eso, quizá en Navidad la cosa se vuelva a animar. Es que en primavera nos acostumbramos a comprar una botellina para tomarla en casa los fines de semana. Ahora hace frío y no estamos encerrados.

-Colaboran en un sistema de trazabilidad de la Sidra de Asturias (DOP) a través de tecnologías 'blockchain'. ¿En qué consiste y qué tal la experiencia?

-Los primeros en utilizarlo somos Sidra Menéndez y nosotros, epero que se sumen más. Este sistema, muy seguro, confirma toda la trazabilidad de la botella de sidra que estás probando: variedades de manzana utilizadas, fincas de donde procede, lagar, fecha de fabricación, trasiegos y hasta la cata. Y para tener toda la información basta con atender al código QR de las botellas. La experiencia está siendo buena, pero quizá deberíamos promocionarlo más para tener un mayor 'feedback' del consumidor.

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-Habla de promoción, ¿hacen todo lo posible para dar a conocer todos sus productos?

-Es que es complicado. En Asturias estamos cerrados y solo aceptamos la sidra natural, solo los jóvenes parecen entrar por los nuevos productos; cuesta mucho mentalizar de que la sidra se puede consumir de más formas que natural. En Asturias, la natural y su escanciado tienen que seguir, pero sacarla es muy difícil.

-¿Y los jóvenes que aceptan lo nuevo se alejan de la natural?

-No, la juventud también bebe sidra natural. Las redes sociales han ayudado a acercarnos a ellos.

-¿Llegará el día en que diferentes precios diferencien los productos?

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-Pienso, primero, que la sidra es demasiado barata. Y sí, creo que cada una debe tener su precio, no me parece normal que todo cueste lo mismo, de hecho, esto solo ocurre en la sidra. Nosotros vendemos nuestros productos a diferentes precios, lo que no sé es por qué los hosteleros no establecen el margen acorde a sus beneficios como hacen con la cerveza, el vino o el güisqui.

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