La Pasión helada de la Semana Santa

El artífice de la insólita creación es Daniel Pérez Fernández, propietario de helados El Asturiano, en Luarca, a quien ya antes de la pandemia un devoto vecino prendió la idea en su cabeza. Le pidió que creara un postre inspirado en las procesiones. Él no dijo ni sí ni no pero el tiempo y pasó y las musas no aparecieron. Hasta ahora.

Un helado inspirado en la poesía en apoyo al proyecto «Asturias, capital mundial de la poesía» liderado por Graciano García, le abrió los ojos. Entendió que sus creaciones, entre las que figura el helado de moscovita o un tutti frutti que le llevó al campeonato del mundo, podían ser vehículo de mensajes incorporando imaginación y «psicología».

Así que 'El Nazareno' se hizo helado. Su color morado los distingue y la cruz que reposa sobre él refuerza su mensaje identitario. «Es un helado muy noble», defiende el elaborador que, una vez más, tira de los ingredientes de cercanía. El alma del postre es un coulis de arándano de un proveedor cercano, acompañado de queso crema, licor de mora, granadina y una galleta de mantequilla.

Aunque el disfrute de tan sabrosa propuesta pudiera convertirse en pecado venial, la gula podría estar justificada. Es un helado bendito, y no en sentido figurado. El mismísimo párroco de Luarca, Emilio Menéndez, lo bendijo frente a la iglesia del pueblo. Ahora, turistas y luarqueses pueden disfrutar quizás del placer culinario más devoto.