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Damián Arienza
Frutos secos, caprichos de otoño

Frutos secos, caprichos de otoño

Es tiempo de castañas y avellanas, productos de temporada que en los fogones son mucho más que un aperitivo

Jueves, 15 de octubre 2020, 11:37

Los frutos secos alegran el otoño. Sobre todo en Asturias, donde gozan de tradición y afición. La prueba está en que la estación empieza con magüestos para festejar la recolección de la cosecha de castañas y con un festival dedicado a la avellana en Piloña, si bien este año las fiestas brillan por su ausencia. Lo que permanecen son los frutos, testigos de que el paso del tiempo ha limitado su dedicación en el campo, pero no así su consumo y querencia.

Tal vez sea porque son sinónimos de versatilidad en la cocina y que tan pronto completan una ensalada como alegran una salsa o un rebozado o protagonizan un plato sea dulce o salado. Se entendió hace mucho tiempo que sus aplicaciones van mucho más allá de servir de perfecto aperitivo y, poco a poco, se va asimilando que el cómputo de calorías que repercuten al organismo no es lo único que cuenta. Por ejemplo, la castaña aporta únicamente 200 kilocalorías por cada 100 gramos y, además, aporta fósforo, magnesio, calcio, potasio y hierro. Los frutos secos son buenos, bonitos y variados, y eso siempre es garantía de éxito.

Pote de castañas de El Llar de Viri Damián Arienza

Pote de castañas

Majo Miranda, El Llar de Viri (San Román de Candamo)

- INGREDIENTES. Medio kilo de patatas, medio kilo de castañas, dos chorizos, dos morcillas, un trozo de lacón, otro de panceta y otro de carne de cerdo, unas hojas de berza (repollo o col), azafrán, sal si es necesario y, si se quiere, pimentón picante.

- PREPARACIÓN. Ponemos a cocer en una pota con agua fría todo el compango, es decir, los chorizos, las morcillas, el lacón, la panceta y la carne, y añadimos también la verdura. Lo dejamos a fuego suave hasta que la carne esté casi tierna, lo que puede tardar unos 45 minutos, aproximadamente. Pelamos las castañas y pelamos y cortamos en trozos las patata y las ponemos a cocer en otra pota durante 10 minutos. Transcurridos, echamos las patatas y las castañas en la olla del compango y dejamos que se cocine todo junto hasta que estén blanditas, listas para comer. Agitamos de vez en cuando.

El recetario tradicional asturiano se debe a los frutos secos mucho antes que a la patata. Antes de que los conquistadores del nuevo mundo regresaran al viejo cargados de nuevos ingredientes, la protagonista de los guisos –con permiso de ciertas verduras y legumbres– era la castaña. Aún hoy quedan algunos templos gastronómicos dedicados a la elaboración del pote de castañas, como El Llar de Viri (San Román de Candamo), donde la receta la empezó a hacer su responsable, la guisandera Viri Fernández, y hoy la continúa su nuera Majo Miranda.

El pote de castañas es un plato medieval disponible durante los meses más fríos del invierno –justo empezaron a ofrecerlo el pasado fin de semana–, que lleva el mismo compango que la fabada, además de verdura (berza, col o repollo, al gusto), patata y, claro, castañas, que suavizan con su dulzor el contundente sabor final de la propuesta. Ahora que la hay fresca no hay problema, pero, si no, convendría hidratarla antes de trabajarla, pues la actual contiene un 50% del líquido elemento. Y ojo, el hervor del pote no puede ser alto porque el fruto seco se deshace fácilmente.

Solomillo de cerdo ibérico con crema de avellanas de Los Pisones. Juan Carlos Tuero

Solomillo de cerdo ibérico con crema de avellanas

Noelia García, Los Pisones (Gijón)

- INGREDIENTES. Dos piezas de solomillo de cerdo ibérico, aceite de oliva virgen extra, sal, ajo y patatas al gusto. Para la crema de avellanas: 100 gramos de avellanas tostadas y peladas, 100 gr. de cebolla, 30 gr. de harina de trigo, un litro de caldo de pollo, azafrán, 50 ml. de vino blanco, sal, ajo y aceite de oliva virgen extra.

- PREPARACIÓN. Para la salsa, troceamos ajo y lo echamos en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra. Cuando comience a dorarse, agregamos la cebolla que hemos picado anteriormente menudina y lo dejamos pochar a fuego lento. Entonces agregamos la harina, que tendremos tamizada en un recipiente. Rehogamos y agregamos el caldo de pollo, el azafrán, el vino y rectificamos de sal. Lo dejamos cocer unos 10 minutos revolviendo continuamente para que no pegue. A continuación, ligamos con las avellanas que ya tendremos trituradas y lo dejamos otros 15 minutos a fuego lento. Mientras tanto, troceamos el solomillo en rodajas al gusto y lo adobamos en la sal y con un poco de ajo. Lo hacemos en la plancha pasándolo al gusto. Lo acompañamos de unas patatas fritas.

La versatilidad de los frutos secos los convierten en el perfecto aliado a la hora de hacer postres. La castaña en Casa Jamallo (Bárzana de Quirós), además de para pote, se emplea para tartas. Ofrecen una que llaman de otoño en la que emplean medio kilo de castañas en almíbar. Para conseguirlo, hierven agua con sal y castañas ya peladas durante un par de minutos. «Es el truco para poder sacarles su segunda piel», explica Olaya Pérez, autora de las propuestas dulces del restaurante. Luego, hace un almíbar con agua, azúcar, canela y miel. En cuanto hierve, echa las castañas ya peladas y lo dejamos a fuego lento durante 15 minutos. Cuando enfrían, tritura parte junto con leche condensada hasta lograr una papilla a la que añade nata y cuajada antes de llevar a ebullición «sin dejar de remover y de vigilar, eso es fundamental», apunta. El resto de castañas en almíbar van trituradas por encima y recubiertas con una capa de chocolate fundido y, si se quiere, nata montada.

Si las ensaladas y los purés varían con solo incluir un puñado de nueces o pistachos, lo mismo le ocurre a las carnes. En el restaurante Los Pisones (Gijón) aderezan en estas páginas un solomillo de cerdo ibérico con una crema de avellanas. Para conseguirla, Noelia García empieza pochando a fuego lento un poco de ajo y cebolla. Añade harina tamizada, deja rehogar y echa caldo de pollo, azafrán, vino y sal. Lo deja cocer unos 10 minutos «revolviendo continuamente para que no pegue», advierte, y, a continuación, lo liga con avellanas trituradas dejándolo otros 15 minutos a fuego lento.

Tarta de otoño de Casa Jamallo. Damián Arienza

Tarta de otoño

Isabel Fernández, Casa Jamallo (Bárzana de Quirós)

INGREDIENTES. Para las castañas en almíbar: medio kilo de castañas, 4 cucharadas de azúcar, un vaso grande de agua, un palo de canela, una cucharada de miel y una pizca de sal. Para el relleno: medio kilo de castañas en almíbar, un paquete de galletas María hojaldradas, 80 gr. de mantequilla, un litro de nata de 35% materia grasa, 300 gr. de leche condensada y dos sobres de cuajada. Para la cobertura: 200 gr. de chocolate de La Cibeles, 50 gr. de mantequilla y 70 ml. de agua. Para decorar, si se quiere, nata montada.

-PREPARACIÓN. Para el almíbar: ponemos a hervir en una cazuela el agua con sal. Cuando hierva, añadimos las castañas ya peladas y las dejamos un par de minutos. Las dejamos enfriar para poder sacarles su segunda piel. Hacemos un almíbar con agua, azúcar y canela a fuego suave. Cuando el azúcar se haya disuelto totalmente, añadimos la miel. Cuando vuelva a hervir, echamos las castañas y lo dejamos a fuego lento durante 15 minutos. Dejamos enfriar. Para el relleno: trituramos mucho las galletas, derretimos completamente la mantequilla y mezclamos todo hasta conseguir una pasta, que extendemos en un molde y dejamos en la nevera mientras hacemos el relleno para que endurezca la mantequilla. Trituramos 300 gr. de castañas con leche condensada hasta lograr una papilla. Luego echamos la nata y los dos sobres de cuajada y dejamos hervir a fuego medio sin dejar de remover. Cuando hierva, retiramos y vertemos en el molde de la galleta. Picamos el resto de castañas y las hundimos en la masa. Para la cobertura, picamos muy fino el chocolate y lo dejamos con mantequilla y agua a fuego muy lento. Lo echamos por encima de la tarta y, si se quiere, nata montada para decorar.

La avellana tiene un puesto destacado en la repostería asturiana, tanto para dar matices crocantes como para aportar densidad a las masas. Multitud de emblemas dulces de la región la incorporan en su receta. Prueba de su adaptación al medio es la tarta que elabora José Martínez 'Salas' en Cremela (Cangas de Onís), que lleva harina de avellanas tanto en el bizcocho principal como en el de magdalena que lo acompaña y, para un cremoso, la incorpora en forma de praliné y pasta. Es, precisamente, la utilización de harina de frutos secos la que marca una nueva tendencia en el mercado gastronómico actual.

Bizcocho de avellana, manzanas de sidra y chocolate de Cremela. Xuan Cueto

Bizcocho de avellana, manzanas de sidra y chocolate

José Martínez 'Salas', Cremela (Cangas de Onís)

- INGREDIENTES. Bizcocho: 150 gr. huevo, 200 gr. azúcar, 125 gr. yogur, 100 ml. aceite de girasol, 100 gr. harina de avellana, 150 gr. harina floja y 15 gr. impulsor. Gelificado de manzana: 130 gr. de manzana licuada y 20 gr. azúcar (para un almíbar), 300 gr. cubos de manzana flambeados con anís estrellado y aguardiente de sidra de Los Serranos, 145 gr. almíbar de manzana, 8 gr. pectina, 25 gr. azúcar moscovado, 0.6 gr. ácido cítrico y 2 gr. gelatina. Cremoso de avellana: 100 ml. agua, 2 gr. gelatina, 40 gr. cobertura de leche 38%, 130 gr. praliné de avellana y 22 de pasta de avellana. Mousse: 150 ml. leche, 7,5 gr. gelatina, 180 gr. cobertura de leche 38%, 45 de cobertura negra 65% y 365 ml. nata semimontada. Magdalena exterior: 31 gr. azúcar invertido, 150 gr. huevo, 53 gr. azúcar lustre, 48 gr. harina de avellana, 53 gr. harina floja, 53 gr. nata, 1,2 gr. sal, 3 gr. impulsor y 31 ml. aceite girasol.

-PREPARACIÓN. Bizcocho: montamos los huevos con el azúcar y añadimos el aceite de girasol y el yogur a chorro fino. Añadimos con una lengua y movimientos envolventes la harina y el impulsor. Gelificado: mezclamos azúcar y pectina en seco. En un cazo, calentamos los cubos de manzana junto con el almíbar a 40 grados e incorporamos la pectina con el azúcar en forma de lluvia. Llevamos a ebullición. Añadimos el ácido cítrico e incorporamos la gelatina previamente hidratada. Cremoso: mezclamos la cobertura fundida con el praliné y la pasta de avellana. Calentamos el agua y añadimos la gelatina previamente hidratada. Finalmente, incorporamos la mezcla anterior y turbinamos. Mousse: calentamos la leche y añadimos la gelatina ya hidratada. Fundimos las coberturas y emulsionamos con túrmix la leche. Agregar a esta mezcla la nata semimontada. Magdalena: echamos todos los secos en un bol. Incorporamos los líquidos previamente mezclados y mezclamos con varilla. Vertemos la mezcla en el robot y mezclamos durante 3 minutos. Dosificamos sobre lata con tapete de silicona y cocemos a 170º.

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