No había terminado de bajarse el telón de la primera edición de FéminAs o, en la jerga gastronómica, no habían salido los cafés, cuando se presentó la segunda. El menú, claro, aún no está confirmado, pero sí dónde se celebrará. Será Cangas del Narcea, ... en el corazón del suroccidente, la localidad que centre el programa del segundo Congreso Internacional de Gastronomía, Mujeres y Medio Rural. Lo confirmó Benjamín Lana, presidente de la División de Gastronomía de Vocento -grupo editorial al que pertenece este periódico-, en el acto de clausura celebrado en el Palacio de Rubianes.
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«Tengo una sensación maravillosa porque en Asturias se ha producido magia», aseguró en presencia de la delegada del Gobierno, Delia Losa; el presidente del Principado, Adrián Barbón; la consejera de Cultura, Política Llingüística y Turismo, Berta Piñán; la viceconsejera de Turismo, Graciela Blanco, y el alcalde de Piloña, Iván Allende. No se refería Lana a lo geográfico y gastronómico que se mostró a lo largo de tres intensísimas jornadas de actividad, sino a algo que es más difícil de cuantificar: lo emocional. «Todo ha sido posible gracias a la conexión y la voluntad de quienes habéis participado», incidió.
«Salimos de FéminAs con las pilas cargadas. Ahora tenemos que seguir defendiendo algo tan digno y real como son el espacio de la mujer y la nueva ruralidad, desterrando de una vez por todas la idea de que el pueblo concentra a la sociedad fracasada», argumentó, sembrando las bases del año que viene. De todo lo malo salen cosas buenas y, tal vez, la pandemia contribuya a mantener y reforzar el mensaje. El congreso ha ido encaminado a dejar huella: «Ojalá se asienten y no volvamos a los malos hábitos», concluyó.
En FéminAs se habló, se cocinó y se enseñaron ingredientes, pero ante todo se compartieron conocimientos, influencias e historias de pasado con vigencia en el presente y el futuro. La tradición, su necesidad de salvaguardarla, cómo especialmente las mujeres han hecho mucho por conseguirlo y la importancia de las buenas materias primas centraron el encuentro, que reunió a un centenar de profesionales de medio mundo de diferentes ámbitos: desde la sala pasando por la cocina y el sector primario a los vinos, su obtención y servicio. Hasta Asturias viajaron nombres propios tales como Leonor Espinosa, Narda Lepes, una representación de las Cocineras Tradicionales de Oaxaca, Susi Díaz, Victoria Blamey, Charo Carmona, Lourdes Plana, Amaranta Rodríguez, Marián Martínez y Xandra Falcó, entre otras.
El Principado ha sido el lugar elegido para retomar la celebración de grandes eventos gastronómicos y donde se centró la conversación gastronómica mundial, pues asuntos como la sostenibilidad y el valor de lo rural y de la mujer no son solo cuestiones de ámbito nacional. Todas las ponencias y mesas redondas de la edición se pudieron seguir de forma presencial y 'on line' desde cualquier parte del mundo. Y todo el material se mantendrán de forma virtual para que los mensajes no paren de sonar, para que calen.
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FéminAs, celebrado con la Administración regional, su Cocina de Paisaje y el Paraíso Natural, como promotor institucional y con el patrocinio de Reale Seguros, Banco Sabadell, Coalla, Fagor y Makro, ya tiene las semillas que mueven, y seguro moverán, a la sociedad actual. Lo que falta ahora es cuidar la mata para verla crecer cada año.
El presidente del Principado, Adrián Barbón, puso la guinda a la primera edición de FéminAs, la cual calificó de «éxito», compartiendo unas palabras de la consejera Berta Piñán en las que hacía hincapié en la idoneidad de Asturias para su celebración. «Es un honor participar en un congreso que aúna tres elementos fundamentales: mujeres, cocina y medio rural», manifestó.
Barbón entiende que, a menudo, pasamos por alto que las mayores transformaciones llegan de nuestra manera de relacionarnos con el mundo y que ya no estamos en un momento de explorar lo que nos rodea, sino de redescubrirlo, y si antes la escala estaba en nuestra capacidad de modificar el medio a través, por ejemplo, de la industria, ahora lo que prima es la capacidad de preservación. «Junto a la ecología, el feminismo es una de las grandes fuerzas que está cambiando nuestra forma de entender el mundo», manifestó.
Ahondó también en el «momento de redescubrimiento» en el que nos encontramos y lo hizo extensible a diferentes ámbitos, los mismos sobre los que giró FéminAs. Hay un redescubrimiento en tanto «se mira al medio rural como catalizador del cambio y en la forma de ver el trabajo hecho por ellas», apuntó el presidente, quien recordó que, aunque las mujeres han roto muchas barreras, «pensar que ya está todo hecho sería engañarnos».
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