Encuentro del presidente del Principado de Asturias con la Redacción de EL COMERCIO
Cristina Bowerman puso sabor y textura a la jornada de clausura. FERNANDO CRUZ

«Mi generación creció cocinando con los padres, pero ahora no»

La cocinera Cristina Bowerman llevó un pedazo de Italia hasta FéminAs, donde preparó una sopa de primavera

A. RANERA

TINEO.

Jueves, 19 de mayo 2022, 11:05

«Sé que estoy tirando piedras contra mi propio tejado», se reía ayer Cristina Bowerman durante su ponencia 'El centro del plato: estacional, tradicional y vegetariano', en FéminAs. «Cuanto más vamos a los restaurantes, más se va a deteriorar nuestra cultura, porque cocinar en casa es una cuestión de mantener las relaciones entre unos y otros», se convencía. «Mucha gente, de las generaciones más jóvenes, no es capaz de cocinar como nosotros, los de mi edad, porque nosotros crecimos con nuestros padres cocinando y ellos no están viendo eso», se lamentaba. Y recordaba entonces aquella buena costumbre, que le parece que se está perdiendo, de «reunir a la familia y sentarse todos juntos a la mesa».

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Porque hay que recuperar lo bueno del pasado y quedarnos también con lo mejor del futuro, seguir avanzando y modernizando la gastronomía. «Tenemos que avanzar hacia la ecología, hay que hacer las cosas a largo plazo para marcar la diferencia», apuntaba, como «eliminar los plásticos dentro del sector». Y, para lograrlo, hacen falta ayudas porque ella quiso envasar al vacío con un producto biodegradable y se encontró con que era muchísimo más caro que el mismo sistema, pero de plástico. «Deberían dar ayudas y apoyar a los negocios a ser más sostenibles», lanzaba.

Todo esto lo reivindicaba, mientras preparaba los ingredientes de la sopa de primavera italiana que cocinó. «Es un plato muy sencillo y muy típico de esta época. Lleva menta, alcachofas, habas, cebolla, ajos y guisantes, que me recuerdan mucho a mi abuela», detallaba.

Sabores

Todos esos productos que esparció sobre la mesa para conseguir el sabor perfecto en su receta tienen importancia también por sus texturas. «No es solo lo que comes, también son fundamentales las texturas de los alimentos, que yo creo que también son un sabor en sí mismas», apuntaba. «A los niños, no les gusta nada que haya varias diferentes en un plato y, sin embargo, a los adultos nos encanta». Por eso, su sopa de primavera consigue una explosión en el paladar que va mucho más allá del simple sabor.

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