Secciones
Servicios
Destacamos
ANA SEGURA
Jueves, 17 de junio 2021, 06:12
Morán Berries atiende con lista de espera. Los ya propietarios de 402 kilos de arándanos, adquiridos vía online, esperan pacientemente a que la recolección avance para recibir en sus domicilios el codiciado fruto de temporada, directo desde la mata. Apenas hace dos semanas que ... las bayas comenzaron a brotar en una temporada que ha arrancado tardía en relación con el año pasado, cuando el sol que alumbraba el encierro pandémico apuró las maduraciones.
Los hermanos Samuel y Rodrigo, junto a su padre José Luis, cosechan cada tres o cuatro días. Las plantas proveen una media de 370 kilos por semana. Como nadie se quiere quedar sin el fruto que cultivan en ecológico y saben que esta fórmula garantiza la llegada al hogar nada más ser recolectado, anticipan la demanda a la oferta. Tarde o temprano llegará, ahí radica el compromiso de la marca.
Explica Samuel que el original sistema de venta -cuentan con un software que actualiza en la web los kilos de espera, el último pedido despachado y el volumen de producto recogido en los últimos siete días- nació de la demanda de los propios usuarios.
La idea surgió tras una inesperada avalancha de peticiones. En 25 minutos agotaron existencias. Quienes se quedaron en poco más de media hora compuestos y sin arándanos clamaron por introducir una lista de espera. La familia Morán no daba crédito.
La firma asegura que el consumo de la baya está al alza, independientemente de los proyectos fallidos en Asturias. Las cifras a escala mundial constatan su apreciación. En 2020, las ventas del sector crecieron en torno al 17% impulsadas por las propiedades beneficiosas del fruto.
Su plantación suma 8 años, 5 dando frutos, por lo que aún no ha alcanzado la fase de máximo rendimiento. Entonces, rozarán las cerca de 24 toneladas; ahora se conforman con seis, habida cuenta de que sufrirán una merma cercana a los mil kilos como consecuencia de los intangibles caprichosos de la naturaleza; en su caso, fundamentalmente, pájaros y avispas. Las aves, precisamente, arruinaron el año pasado sus expectativas y pusieron en jaque cosecha y casi proyecto. Los zorzales se zaparon cerca de 2.500 kilos, una faena que la familia achaca al abandono del mundo rural y al hecho de que los prados plenos de frutales se hayan convertido en paisaje yermo.
Por eso justo decidieron retornar a Tellego y poner en marcha su explotación en clave sostenible. Visitarla y recoger en familia el fruto es otro de los atractivos del proyecto. Si el cliente opta por el canal habitual, el 'online', el pedido mínimo es de dos kilos. El gasto en plásticos y embalajes para vender 150 gramos de producto, como ocurre en numerosos supermercados, no encaja con su filosofía ambiental.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.